Por: Leovigildo González
Alfonso Martínez, carga con una administración que ha denominado, opaca y en términos generales, mala.
Hoy, busca nuevamente llegar al poder, cobijado por partidos políticos, consciente de que ser «independiente», no era la vía.
Así su discurso ha quedado en el vacío, ya que tuvo que regresar al PAN, partido del que salió echando pestes, y al cual regresa como «perro con la cola entre las patas».
Aunque Martínez sea competitivo, su forma de hacer política siempre será señalada por su falta de congruencia.