Acueducto | Samuel Ponce Morales
Claro, claro, no es lo mismo estar en la campaña política electoral, rumbo a la gubernatura de Michoacán, que estar movilizándose en forma atrabancada por presionar para tener un candidato y estar en la misma contienda, como se está suscitando con los morenistas. Para algunos, evidentemente mayoritariamente para los militantes de MORENA ese tipo de movilización les permite seguir activos y, en consecuencia, en estar presentes las mediciones que desde hace mucho tiempo los han situado en el primer lugar de las preferencias políticas electorales. Para otros, las protestas morenistas en contra de los consejeros del Instituto nacional Electoral (INE) que votaron en contra de avalar la candidatura a gobernador de Raúl Morón Orozco, por incumplir en la entrega de informe de precampaña, merman la imagen del propio instituto político y al aspirante moronista. Y es que esas protestas, si bien hasta el momento han sido pacífica, en el aspecto físico, no han sido así en declaraciones en contra del órgano electoral federal, llegando a recordar esa famosa frase, cierta o no, que decía: al diablos las instituciones…
