Acueducto | Samuel Ponce Morales
Vaya, vaya, MORENA es realmente sorprendente. No fueron candidatos a gobernador ni a alcalde de la capital michoacana los que desde un inicio de la contienda interna morenista se veían como los inamovibles, los inevitables abanderados. Si, no llegaron ni el senador con licencia, Cristobal Arias Solís, ni el diputado local Alfredo Ramírez Bedolla, como consecuencia el primero determinó emigrar a otro instituto político y el segundo aún permanece atónito. En los dos casos, la gran mayoría de las encuestas externas, no de su partido político los daban como seguros, como los mejores posicionados, no, no fue así. Al relevo de dichos aspirantes entraron hasta con alfombra roja, prácticamente sin despeinarse, Raúl Morón Orozco, el alcalde con licencia, aunque la candidatura, en estos momentos, se encuentra en el aire, e Iván Pérez Negrón, el congresista con licencia, sin duda, perfiles más bajos que los mencionados, pero que el cobijo de la marca partidista los hace más que competitivos. Si, si, lo que le pasó a legislador local fue lo que sufrió el integrante de la Cámara Alta del Congreso de la Unión, por lo que ya pueden ir a comer juntos, puede ser en Las Trojes, tienen mucho de qué platicar…