Acueducto | Samuel Ponce Morales
Desde hace mucho tiempo que el alcalde de Morelia con licencia, Raúl Morón Orozco, no sufría en serio, vamos, ni siquiera en las grandes movilizaciones del llamado magisterio democrático, ni en los momentos más álgidos como dirigente del PRD y michos menos en la elección constitucional en donde fue designado edil moreliano; sin embargo, sin duda, recordará para el resto de su vida lo suscitado este jueves en la capital del país, durante la sesión ordinaria del Instituto Nacional Electoral (INE), en donde se le anuló su candidatura a gobernador por no entregar en tiempo y en forma el informe de gastos de precampaña, algo que pareciera nimio, pero que no lo es, si hubiera cumplido tal cual, estaríamos abordando otro tema. En ese sentido, a estas alturas, los considerados expertos electorales morenistas y moronistas, propios o externos, deberían ser revocados por mejores cuadros, para evitar a la postre ese tipo de situaciones que entorpecen los trabajos hacia la campaña político electoral. Y más allá de los furibundos y engreídos misiles morenistas lanzados contra los consejeros del INE que votaron contra la candidatura por las razones expuestas, se espera que los magistrados electorales federales se la devuelvan. Por lo pronto, palo dado…
