Por: Manuel Díaz
Últimas mediciones y promedios de diversas casas encuestadoras muestran que la aprobación de AMLO se encuentra en el tercer lugar.
Baja el nivel de aprobación de AMLO
Definitivamente, un mito genial es el que sostiene la idea de que el nivel de aceptación del presidente se ha mantenido elevado durante los dos años y medio que ha estado al frente del gobierno de la República.
Resulta que no es así, las últimas mediciones y promedios de diversas casas encuestadoras muestran que la aprobación de AMLO se encuentra en el tercer lugar en este periodo con respecto a los últimos cinco expresidentes.
Antes de la elección intermedia, el más popular, guste o no, fue Carlos Salinas de Gortari, con el 71%; segundo, Felipe Calderón, con 66%; en tercero, AMLO con un 59%; y el cuarto lugar, con apenas un punto debajo de López Obrador, es Ernesto Zedillo, quien, por cierto, no tenía mayor interés en ser el más popular. Los interesados en ser “la reina del carnaval” han sido Salinas y ahora AMLO.
El invencible
La estrategia de AMLO no es tan complicada: él está arriba, él es el gobierno y el partido es él, entones y si él está arriba, gana la elección.
Para sostener la percepción de popularidad se pretendió generar una corriente de opinión del “invencible” AMLO, la cual se ha desgastado y empezó a colapsar, principalmente por una serie de eventos perniciosos del propio gobierno de la República y de su personalidad.
Hay tres elementos sustantivos que han afectado su popularidad:
Primero: AMLO no está en la boleta.
Segundo: el fracaso de su gestión pública como presidente de la República.
Tercero: que en la próxima elección importa más la agenda local de cada municipio y distrito, que el sermón de la homilía matutina que ofrece AMLO.
AMLO no contiende
AMLO falló en todos sus intentos por aparecer como factor de decisión frente al electorado en la elección de junio. Primero pretendió que su propuesta de revocación de mandato se hiciera el mismo día de la elección, luego quiso que ese día se realizara la consulta pública en contra de los expresidentes.
Con esa estrategia lo que pretendía el compañero y camarada presidente era fijar en el electorado la idea de que él es invencible y que el pueblo lo aclama.
El pasado 15 de septiembre en su mañanera, presumía sus propias encuestas:
“No es para presumir, pero en la última encuesta de este fin de semana, a la pregunta de “¿Quiere que continúe o que renuncie el presidente?” traigo 71% de que continúe. Subí un punto, pero también la oposición subió un punto, porque era 70-25, ahora es 71-26. Ahí la llevamos, poco a poco”. AMLO.
Fracaso en Gestión Pública
Por más que sus seguidores continúen ensimismados y empeñados en repetir que va muy bien, y que él mismo, en más de dos años de gobierno justifique cada fallo en que la culpa es de sus antecesores, la realidad es que AMLO se encuentra rebasado y cada vez decepciona más.
No ha podido cumplir con las expectativas que generó en campaña ni corregir lo que supuestamente estaba mal. Los resultados de la 4T han sido los peores en muchas décadas, con una incapacidad gubernamental y administrativa evidente y medible.
Ni siquiera en temas coyunturales como el manejo de la pandemia, a la que restaron importancia, que no se hicieran pruebas, que no se usara tapaboca, que ya se domó, que ya aplanamos la curva, hasta el fiasco en la consolidación de los contratos de compra de vacunas y el uso electorero que les están dando.
En 2019 el país cayó en recesión por el pésimo manejo de la economía, desde la cancelación del NAIM hasta imponer proyectos que no tienen ni principio ni fin como la refinería de Dos Bocas, el tren Maya y el aeropuerto de Santa Lucia. En 2020 ya con los efectos de la pandemia, México fue uno de los países de América Latina con peores resultados.
La lista de pifias continuó con la eliminación de fideicomisos, desaparición de organismos autónomos, las reformas a la Ley de la Industria Eléctrica, favorecer la producción de energía con combustóleo y carbón, cancelar las subastas de energías renovables y mantener su dependencia con el exmandatario Donald Trump.
Elección local
Las elecciones intermedias siempre han tenido una constante, que el partido del presidente baja el nivel de votación obtenido en la elección presidencial, motivado entre otras cosas, por el desgaste del presidente en el ejercicio del poder, pero AMLO no se ha percatado o en su egocentrismo, no se quiere dar cuenta.
En adelante las encuestas mostrarán muchos cambios, principalmente adversos a Morena. Como lo explica Liébano Sáenz en su artículo de Milenio “los estudios nacionales contrastan con los resultados de encuestas en el nivel local, en donde se identifican condiciones de competencia diferentes, en algunos casos, notoriamente distintas”.
También lo explica nuestra compañera en SDPNoticias, Verónica Malo, quien demuestra como aún el año pasado Morena mantenía la ventaja en 14 de los 15 estados que renuevan gobernadores, pero con la llegada de los candidatos cambiarán la percepción y las preferencias y, como cita la canción de los perritos, Morena “de las 14 que tenía, ahora ya solo tiene 9”.
Si de algo sabe el presidente, es medir la aceptación que tiene, no puede ignorar que la mayoría de los estudios que miden la percepción de la gente coinciden en que su aprobación va francamente a la baja.
