Efecto cascada anticorrupción

Por: Gonzalo Gabriel Estrada Cervantes

Para hablar de la “cultura de la corrupción” en México, es imprescindible citar al menos dos “slogans” políticos con los que Miguel de la Madrid Hurtado (1982), candidato del PRI a la presidencia de la república, promocionada como ideales de gobierno: “La solución somos todos” y “La renovación moral de la sociedad”. No le quedaba de otra, pues su antecesor, JOLOPO, López Porpillo, dijera el inteligente cómico Jesús Martinez “Palillo”, campeó a sus anchas entre el nepotismo y los excesos y abusos del poder.

Quizás sus mensajes lograron permear en el ánimo de la sociedad, pero no lograron transitar a los hechos de la vida cotidiana y en el ejercicio del poder de los actores políticos en todos los órdenes de gobierno, e iniciativa privada. Por décadas hemos sido testigos del “cochupo”, “la tranza”, “el moche”, “el diezmo”, y “la mordida”, entre otros calificativos a las deshonestas acciones para enriquecerse por la “vía rápida”. Un árbol de la inmoralidad más tupido y largo que el mimbre.

Encarar de manera frontal las tramas corruptas del pasado inmediato no ha sido tarea fácil del presidente López Obrador. Una sencilla y pragmática formula de evitar la corrupción y recuperar lo robado para fortalecer las arcas nacionales y hacer una eficiente distribución del gasto público en favor de la sociedad mexicana, está dando sus frutos. Esas dos acciones centrales condimentadas con un ejercicio de información pública inmediata y certera abonan a recuperar la confianza ciudadana en sus gobernantes, o en su gobernante de la república en lo particular.

Las acciones anticorrupción son bien vistas por la sociedad mexicana en general; el ejercicio transparente en la información pública sin intermediarios es también otra faceta a la que no estábamos acostumbrados. Ese “diálogo circular“ mañanero del presidente Andrés Manuel López Obrador y reporteros, periodistas y comunicadores, fortalece dos pilares del su gobierno, información directa a la sociedad y la lucha anticorrupción.

Deseable sería que los demás órdenes de gobierno del país, estatales y municipales; y todo organismo privado relacionado con recursos del Estado; fueran ejercitándose en la misma lucha contra la corrupción y en el democrático hábito de la información permanente y sin intermediarios. Un efecto cascada anticorrupción que vendría a sanar poco a poco las lacerantes heridas al valioso y valeroso pueblo de México. Gran tema que tendrá que ser abordado y demostrado en la personal por quienes aspiren a algún cargo público en las elecciones de este 2021.

Gonzalo Gabriel Estrada. Licenciado en Derecho, Maestro en Derecho Ambiental y en Desarrollo Rural. Diplomado en Unión Europea.

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