Acueducto | Samuel Ponce Morales
En la reciente gira por Michoacán del presidente Andrés Manuel López Obrador, en donde, por supuesto el anfitrión fue el gobernador Silvano Aureoles Conejo, más allá de la medida sanitaria por el Covid-19, denominada sana distancia, se visualizó una seca relación institucional, lo cual es mejor que una tensa. Para casi nadie es desconocido que hay diferencias y por ende confrontaciones en seguridad, salud y participaciones presupuestales, aderezadas con la lucha por el poder político de Michoacán; en junio veremos al vencedor.