Por: Hugo Gama
El mexicano por naturaleza coloca sus ilusiones individuales en esperanzas y metas imaginarias, algunas son tangibles y muchas otras no, todo depende del proyecto que el propio sujeto haya construido (poco habitual); la esperanza y anhelo colectivo se generan debido a las necesidades sociales reales, de ahí la importancia de entender lo que requiere la población en la coyuntura, para saber qué es lo que está esperando de manera colectiva, ahí el proyecto no lo genera el individuo, sino el Estado.
En las encuestas de opinión, la inseguridad, desempleo y pobreza sobresalen en las preocupaciones de la población; posteriormente en el orden de inquietud social sobresalen la corrupción, diversos servicios públicos, educación, salud, entre otros.
La clase política conociendo esas demandas o preocupaciones sociales construye su discurso, de manera lógica mezclan inseguridad con desempleo, haciendo la propuesta sencilla “generar empleo para combatir la inseguridad”, esa ha sido la constante en los últimos tres procesos electorales federales y locales, y es correcto, la formula es un factor acertado, sin embargo, no se han logrado tener los ingredientes necesarios para hacerlo realidad, ya sea por circunstancias internas o externas.
A la dificultad de poder generar seguridad y empleo, ahora se le suma el problema ascendente de la salud pública debido al COVID-19, enfermedad que viene al alza y que no ha sido controlada, y que en gran medida es corresponsabilidad del Estado y la sociedad. La pandemia ha ocasionado mayores mermas en la endeble economía nacional, estatal y municipal, teniendo impactos negativos en el empleo, lo que por sentido común se traducirá en mayor desempleo e inseguridad.
Para el 2021, se modificará el anhelo colectivo, ya no será solamente la necesidad de seguridad y empleo, el tema de la salud pasará a ser una máxima preocupación colectiva, por consecuencia demandara atención inmediata, incluso más que el propio desempleo y la inseguridad, y de esa manera lo debe visualizar el propio Estado, debido a que sí no logra resolver el tema de salud, por consecuencia el desempleo y la inseguridad irá en aumento, lo que deja claro que la nueva esperanza que tendrá el mexicano será la salud y el control del COVID-19.
