Por: Gil Morelos
El mundo ha convulsionado por la pandemia, y no hay forma de entender el futuro inmediato, a partir de elementos convencionales. Por eso tenemos que ser creativos, para encontrar soluciones eficientes y efectivas.
En este marco, México vivirá este año que comienza, un proceso electoral que obliga a repensar procesos, personas, e instituciones. Ya no basta asumir la política desde lo tradicional.
Michoacán -y Morelia, en particular-, deben entenderse distinto. Los viejos esquemas son historia. La reconstrucción empieza desde la definición misma: ¿qué queremos aquí?, ¿dónde nos vemos situados?, ¿queremos seguir a la zaga en desarrollo y bienestar?
Puede ser innecesario hacer una relación de los problemas que todos conocemos. Yo opino que debemos aprovechar todo nuestro potencial y recursos naturales, para redirigir nuestro destino.
Hablemos de Morelia, simplemente. Aquí, requerimos con urgencia atender las exigencias de más empleos. Tenemos que ser creativos en el diseño de nuevos proyectos productivos. ¡Nuestro municipio tiene que ser líder como destino turístico mexicano! Ninguna otra ciudad en México posee la historia, arte, cultura, capacidades, talento, las mentes y mano de obra calificadas, servicios urbanos, biodiversidad, y los recursos naturales para ser una potencia en turismo, comercio y logística, a escala nacional. ¡Nosotros sí, y mucho más!
Necesitamos auto gestionar nuestras propias soluciones a circunstancias, y problemas complejos y permanentes: escasez de agua potable; depresión de nuestros acuíferos; contaminación del suelo, agua, y nuestra atmósfera; cambio de uso de suelo; crecimiento de nuestra ciudad, colonias, tenencias y comunidades; pérdida de la biodiversidad; confinamiento adecuado de la basura y reciclamiento y reutilización de materiales; recuperación integral de las sub cuencas de los ríos Chiquito y Grande de Morelia; ordenamiento de vialidades; construcción y reconstrucción de la infraestructura de servicios urbanos; y un sin fin de aspectos más.
Es inaplazable detener la inseguridad, y solo se logrará con nuevas oportunidades de empleo, educación, y un modelo de desarrollo sustentable y sostenible. Tenemos que replantearnos el futuro de nuestros nuevos negocios privados, para aprovechar nuestras ventajas competitivas: mano de obra calificada, profesionales creativos, posición geográfica, servicios urbanos, vías de comunicación, servicios educativos y de salud, oferta comercial y de diversión, pleno derecho y acceso a los servicios digitales de información y comunicación, y muchos aspectos más.
Con la base del emprendimiento ciudadano, Morelia tendrá que adaptarse a la modernidad y a la alta competitividad de un planeta trastornado por la pandemia de Covid-19. Esto exige repensar y reevaluar nuestras capacidades naturales y potencial, para enfrentar la nueva normalidad, y realidad.
Bajo esta perspectiva, es inaplazable encontrar nuevos mecanismos de administración de las finanzas, y de gobierno. Morelia debe modernizarse desde dentro. Y hay que empezar por la institución gobierno. Con esta idea, y la posibilidad de establecer mecanismos empresariales de gestión y administración, podríamos emprender una ruta que no nos lleve a un callejón sin salida, sino al éxito. Las y los ciudadanos de Morelia, deben ser parte integral de la solución de los conflictos y problemas. El gobierno, sí, debe ser parejo, pero distinto. Un gobierno de, y para, las y los ciudadanos.
Yo soy Gilberto Morelos, y hace por lo menos una década y media que me he preparado para servir a mi ciudad. Soy moreliano. ¡Muy moreliano!, aclaro.
Estoy seguro que Morelia será tan grande, como grandes sean nuestra solidaridad, capacidad de respuesta, y convicción de construir un destino distinto.
Y desde ahora lo digo: ¡estoy listo para caminar con las y los ciudadanos, para lograrlo juntos!