Por Hugo Gama
Por qué conjugar un porche de descanso con la alquimia, quizá no haya nada que los una; por qué sentarse en un espacio techado o ver los cambios o transformaciones del mundo.
La pandemia generada por la enfermedad COVID-19 ha mandado a millones a una silla a ver pasar la vida; unos se van, otros se quedan, otros más pasan al ostracismo económico que dio paso a crisis de cualquier tipo y a cualquier nivel socioeconómico.
El 2020 es sin duda un año complicado para el mundo; los mejores científicos tuvieron que demostrar su talante para salir avante en la prueba que se les puso enfrente; ahí es donde se ha dado la transformación y la evolución científica que nuevamente transformará al orbe; a partir de la vacuna habrá cambios y avances en la ciencia, y no únicamente en la médica, sino en todas las áreas.
Habría que ser poco observador para no entender que en el mundo a partir del 2021 todo va a cambiar, las relaciones humanas y las reglas de convivencia se modificarán; en lo personal dudo que todo vuelva a ser como antes, la tecnología nos absorberá y nos irá aislando, y mientras eso sucede millones estarán sentados bajo una veranda esperando las transformaciones que harán los otros.
En México impera la necesidad de dejar de actuar de manera primitiva, es impostergable que tomemos con verdadera responsabilidad el manejo de la crisis; debemos ser conscientes y los que les toca estar en la veranda, tienen que irse a ese lugar, y a los que les toca entrar a la ciencia y las transformaciones, se debe dejar que lo hagan.