Por: Leovigildo González
Originario de Churumuco, Cristóbal Arias Solís, ha tenido todos los puestos a los que aspiró excepto ser gobernador de Michoacán, hoy la política le da la oportunidad de convertirse nuevamente en candidato y pugnar por ansiado lugar.
A sus 66 años, Arias goza de ventaja rumbo a los comicios de 2021, dentro y fuera de Morena, algo impensable luego de que permaneció durante 17 años alejado de puestos públicos de importancia.
Un día, en una charla informal Cristóbal presumió haber sido Secretario de Gobierno a los 29 años, a esa edad ya tenía una amplia trayectoria política que implicaba haber sido diputado federal.
Senador en tres ocasiones, y en dos candidato a la gubernatura de Michoacán, hoy tiene una oportunidad de oro para alcanzar el tan anhelado puesto.
Nadie puede escribir de Arias sin vincularlo a directamente con el ex gobernador de Michoacán, Cuahutémoc Cárdenas, de quién fue su muy cercano colaborador y dicen quienes los conocen su fiel ‘aprendiz’.
Arias se formó en el cardenismo, que le dió vida al Frente Democrático Nacional (FDN) en aquel recordado 1988, un parteaguas de la historia moderna del país y que fue fundamental para crear instituciones sólidas para la democracia del país.
Forjado con un carácter en la lucha, fue candidato por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) al Gobierno de Michoacán en 1992, ahí, conoció en carne propia enfrentar a todas las fuerzas que conformaban al PRI (del cual fue militante).
El PRD denunció fraude electoral, y convocó a movilizaciones, en aquel mítico 1992, lo que derivó que Eduardo Villaseñor, pidiera licencia a unos días de asumir el cargo.
Repitió ser candidato en 1995, contra Víctor Manuel Tinoco Rubí y Felipe Calderón, le ganó al ex panista, pero se quedó en un segundo lugar. Un año antes había sido elegido senador de la República por segunda ocasión.
Después de ese cargo, su imagen comenzó a desaparecer de la vida pública de Michoacán, a pesar de que respaldó a Lázaro Cárdenas Batel en el 2002 a la gubernatura, lo cierto es que con el paso de los años había perdido fuerza.
Aunque militante del PRD, se alejó aún más cuando llegó a la gubernatura Leonel Godoy, quien prácticamente terminó por aislarlo de las filas del Sol Azteca.
En los años siguientes y específicamente en 2006, apoyó a Andrés Manuel López Obrador, con quién había tenido una amistad cercana desde su primera postulación a la gubernatura de Michoacán.
Cristóbal Arias estaba prácticamente en la congeladora, fue en una gira a invitación de AMLO al Estado de México en el 2017, que lo invitó a ser candidato al Senado de la República, oportunidad de oro para quien había estado alejado de puestos de elección durante más de 20 años.
En 2018, a pesar de que todo el engranaje gubernamental de Michoacán estaba en contra de él y de Blanca Piña quien encabezaba la fórmula, llegaron al Senado de la República.
Desde que llegó a la Cámara Alta, hace ya dos años, Arias se ha convertido en la carta fuerte de Morena en prácticamente todas las encuestas, ha posicionado su imagen a través de Casas de Gestión y comités de amigos.
Apasionado de la literatura, y fan de Borges, tiene aún muchas páginas por escribir en su anhelado propósito de gobernar Michoacán.