Por: Javier Robledo
Hoy en el marco del Día Internacional de la Juventud, es importante analizar y reflexionar que es lo que conjuntamente realizamos, sociedad civil, partidos políticos y Gobierno, en un país donde los jóvenes contamos con pocas o prácticamente nulas, oportunidades y en muchas comunidades, municipios y tenencias alejadas, de las grandes metrópolis, los jóvenes son reclutados por los cárteles, por la falta de información, educación, oportunidades y la lejanía de escuelas y universidades, así es como muchos jóvenes ven lejos sus sueños y desperdician sus grandes cualidades, para unirse a las filas del crimen organizado.
Cada que un joven se une a la delincuencia, se pierde un científico, un deportista, un académico, un abogado, un doctor, pero sobre todo se pierde la esperanza de que los jóvenes poco a poco, vayamos dando el relevo generacional en este país, en cada empresa, en cada hospital, en cada despacho, en cada laboratorio, es por ello, hago un llamado, hoy 12 de agosto en el marco del día Internacional de la Juventud, para que con más información, educación y trabajo conjunto entre autoridades, sociedad civil organizada y partidos políticos, salvemos y arrebátemos a los grupos delincuenciales a más jóvenes, que siguen vulnerables a caer en manos de la delincuencia.
Los jóvenes tenemos sueños, esperanza, ganar y energía, queremos ser la esperanza para este país, de poder cambiar tanta desigualdad, tanta falta de oportunidades y además de eso darle otra cara con trabajo, propuestas, resultados y perseverancia, a nuestro país México, porque solo juntos jóvenes y autoridades, generamos pluralidad en el pensamiento y unidad en la acción.
Por lo pronto seguiremos dando la pelea, luchando por los espacios de opinión, en los congresos de los Estados, en las presidencias municipales, en los tribunales, en las empresas, en los Gobiernos Estatales y en el de la República, aún y con las trabas que nos ponen muchos sectores de la sociedad, “Por falta de experiencia”.
Yo no creo en la “Falta de experiencia” yo creo más bien en la falta de oportunidades, académicas y laborales, pero recalcó que sin duda lo que más me preocupa son los jóvenes de las comunidades más marginadas y alejadas de las grandes ciudades, porque ahí los jóvenes tienen aún menos oportunidades y son carne de cañón para los carteles de las drogas, que al no ver oportunidades, deportivas, académicas y laborales, se unen a los grupos delictivos por cantidades de dinero muchas veces miserables y posterior a ello los utilizan como carnadas.