Covid – 19 y las restricciones sectoriales y/o regionales

Por Teresa Da Cunha Lopes

Cartografiar los focos del Covid -19 para intervenir  «quirúrgicamente» región por región y redirigir, en tiempo real, recursos materiales y humanos a las zonas activas , en forma dinámica, hace sentido.

No, no es un concepto  equivocado. Al revés, la cartografía de los focos de Covid – 19 es una herramienta que ha sido eficiente en los países que la han adoptado (ejemplo,  Corea del Sur)  y, necesaria para reducir el tiempo de respuesta por zonas  de urgencia y, aislar las zonas verdes (libres de casos o, con números bajos de asintomáticos y de sintomáticos) de las regiones  en qué es mayor el número de contagios .

Por parte de los epidemiólogos, cartografiar el Covid-19  y rastrear , con uso de las nuevas tecnologías (ejemplo, huellas informáticas) a los portadores, a  los  infectados y a sus redes de contactos, es el escenario operativo más eficientes.

O sea, para eliminar las restricciones, duras y generales actuales,  sin correr el riesgo de una segunda ola de infección, deberán implementarse  sistemas de vigilancia, y de  vigilancia cercanos, que nos permitiran comprender las cadenas de transmisión que pueden ocurrir. Es decir, cuando sabemos que alguien está infectado, entender dónde y con quién estaba. Esto se ha veniendo haciendo,  en base a encuestas de personas infectadas, lo que hizo posible mapear, de forma estimativa, la cadena de infección. Pero, este método es lento, no permite una lectura en tiempo real, y no es posible  cuando se pasó de casos importados y  se convirtió en una cadena de infección dentro de la comunidad.

O sea, la medida propuesta esta mañana tiene lógica, ha sido probada, ha dado resultados.

El problema reside en qué para producir  el  tipo de cartografía  que pueda llevar a decisiones informadas son necesarios dos instrumentos: a.- el testeo masivo para identificar esos estimados casos asintomáticos (un 70%) ; b.- la geolocalización de los infectados a través de sus celulares y, seguimiento de sus huellas informáticas . Cuánto al punto (a) , ya sabemos que no contamos con el número de testes aceptable para que la alimentación del sistema de información pueda medir, para allá de un cálculo estimativo ( que además da una «imagen» no actualizada. . Y, cuánto al punto ( b) localizar (geolocalizar)  a los pacientes de covid-19 por teléfono celular como medida de detección obligatoria, como se ha hecho en países como China , Singapur o Corea del Sur, puede ser muy efectivo, pero será inconstitucional en México . Y, ese es un problema que no debemos escamotear ni considerar «secundario», aún y cuando yo pienso que existe la necesidad de comenzar a abrir la economía gradualmente y con restricciones sectoriales o regionales.

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