Con Descartes
La pandemia que tiene de rodillas al mundo ha puesto a prueba a los gobiernos de los países, también a los locales; las reacciones y respuestas han sido diversas, unos han atinado otros han fallado.
Italia, España o Francia no contaron con acciones prontas que permitieran atender de manera oportuna la pandemia, desafortunadamente hoy sufren las consecuencias; Estados Unidos ya es el país con mayor contagio, pronto será el de más muertos, esto debido a que la tierra de Lincoln por ser cosmopolita está bajo ese riesgo.
En México, pese a los arrebatos presidenciales, se ha logrado hacer conciencia, sin embargo, por el alto número de pobres, la población se ve obligada a continuar en las calles buscando alimentos para llevar a sus casas, es ahí donde está el gran problema de México, el gran riesgo de contagio y el probable colapso del sistema de salud.
En Michoacán, el gobernador ha sido puntual; dentro de sus atribuciones y posibilidades ha tomado determinaciones importantes, entendió el origen, las causas de la propagación y las medidas a tomar, eso sólo se logra cuando un experto se encuentra detrás de la figura principal, en este caso se trata de la secretaria de salud, Diana Carpio.
Hay varios vívales del gabinete estatal que quieren hacer uso de la pandemia y de la crisis para intentar posicionarse, se sacan programas de la chistera y con ello buscan colocar su imagen en el imaginario colectivo, incluso algunos de ellos no les importa y promueven la confrontación entre sus pares del gabinete.
Se pueden resaltar del gobierno estatal las campañas de protección y salubridad, la acertada decisión de enviar a la burocracia a guardarse y mantener solo los servicios básicos, la suspensión del pago de los impuestos sobre la nómina y el hospedaje, el monitoreo permanente de aeropuertos, terminales y carreteras, en términos reales y tangibles, no es lo único pero es lo de mayor relevancia en las medidas tomadas.
Por otro lado, se inventaron un “programa” de abasto alimentario de poco alcance y poca transparencia. Esa idea está reducida, solo aplica para Morelia, no hay un política pública en ese sentido que impacte en los 113 municipios, sin embargo, han hecho todo un circo del mismo, lo que deja claro que es solo una estrategia de posicionamiento de un individuo y no de apoyo real a la población. Así como ese “programa” hay un par más que se inventaron en las dependencia.
Hasta este momento, el único funcionario del gobierno del Estado a la altura de la circunstancias y quien ha hecho fuerte al titular del ejecutivo, es sin duda la responsable de salud en la entidad, los demás son solo oportunistas que sueñan con una candidatura, y que sin pudor le venden espejos a su jefe y a la población.