Por: Leovigildo González
En estos espacios he sido muy crítico del Presidente Andrés Manuel López Obrador, hoy haré una excepción, mi preocupación ante la pandemia así lo exige.
Necesitamos a un Presidente fuerte, que esté listo para tomar las mejores decisiones, alguien que rectifique y que pueda «llevar el barco a tierra firme» como dicen los marinos, él tiene una enorme ventaja, su popularidad y aceptación es alta, de ahí se genera la confianza.
Y sí, ha estado mal el manejo que le han dado al problema en los últimos días, pero no es momento de echar culpas, sino de asumir responsabilidades, ojalá el Presidente haga lo mejor y podamos salir adelante lo que se avizora un desastre.
No podemos ser mezquinos ni miserables, no es momento de politiquería barata, es tiempo de unión, adiós a esa polarización que no suma.
Hoy no se trata de una persona, es un país entero que está vulnerable, que necesitará de médicos, enfermeras, policías, y de todos los que podamos ayudar.
Este domingo mi mensaje es de unidad, sólo así podremos salir adelante de algo que desde hace días parece catastrófico y sé que saldremos triunfadores, la historia siempre nos pone como vencedores en los peores momentos y en esta ocasión no habrá excepciones.
Debemos estar preparados para lo peor, pero no divididos entre Chairos o fifis, entre ricos o pobres, entre blancos o morenos, debemos juntos seguir las recomendaciones, confiar en nuestros médicos epidemiólogos, de gente que a pesar del riesgo que representa su trabajo, está al pie del cañón ya sea por un juramento o por la responsabilidad de portar un uniforme.
Señor Presidente, no quiero estar en sus zapatos, vienen decisiones complejas que ojalá asuma con toda responsabilidad.
