Por: Hugo Villa
El lunes por la noche concluyó el plazo de inscripción de candidatos para las próximas elecciones general de Bolivia, previstas para el 3 de mayo, y se confirmó lo que era un fuerte rumor desde hace días: Evo Morales será candidato a senador.
El ex presidente, refugiado desde diciembre en Argentina tras su estancia de casi un mes en México, encabezará la lista de aspirantes para la Cámara Alta de su partido MAS por la región de Cochabamba, en la cual inició su carrera política como diputado a mediados de los 90s y antes como dirigente cocalero.
La candidatura, que todavía debe ser validada por el Tribunal Supremo Electoral, tensiona aún más el clima que se vive en Bolivia tras la salida del poder de Morales, en medio de denuncias de fraude electoral por un lado y golpe de Estado del otro, y la instauración de un gobierno interino cuya presidente, Jeanine Añez, busca permanecer en el poder al anunciar que se presentaría en los comicios -pese a prometer inicialmente que no buscaría extender su mandato.
Morales, quien durante el lunes había denunciado que Añez buscaba proscribir su candidatura, celebró por Twitter su candidatura y dijo que era hora del «voto consciente y reflexivo para recuperar la democracia y la patria».
El ex presidente, que desde su exilio en Argentina dirige la campaña del MAS, designó como los candidatos de su partido a dos hombres muy cercanos que ocupaban hasta su renuncia importantes lugares en el gabinete: Luis Arce, su ex ministro de Economía de Morales, y David Choquehuanc, quien era su canciller.
Pese a haber puesto en marcha su regreso a la política, todavía pese sobre Morales una orden de detención por parte del gobierno interino de Bolivia por sedición y terrorismo, luego que se filtratan audios suyos, enviados desde Argentina, dando instrucciones a un colaborador para bloquear rutas e interrumpir el suministro de comida a varias.