Editorial Con Descartes
En lo personal considero que el gobierno de Silvano Aureoles Conejo tiene varios aciertos, mismos que fueron logrados por él de manera directa.
De esos logros destaco: rescatar al gobierno y las instituciones de los poderes fácticos, es decir, del crimen organizado que durante el gobierno anterior se metieron hasta Casa de Gobierno y del sindicato burocrático, mismo que se adueñó de los trámites y servicio; y la federalización de la nómina magisterial.
Durante el gobierno anterior, no es desconocido como los delincuentes eran los que gobernaban, determinaban la obra pública, ponían y quitaban directores de seguridad pública, disponían de las instituciones y de los recursos públicos para sus fines ilícitos.
El vacío de poder en la administración pasada, fue aprovechada por la base burocrática, que se adueñó de los trámites: catastro, rentas, registro público y civil, entre otras áreas; ellos eran los dueños del servicio, se decidía lo que los delegados sindicales establecían, los funcionarios eran floreros, el nivel de corrupción creció de formas inimaginables, al día de hoy el Registro Público de la Propiedad sigue secuestrado en su totalidad por la “clase trabajadora”, los cuales por cierto, se niegan a la digitalización y modernización porque se les acaba la oportunidad de seguir teniendo “beneficios” adicionales.
Insisto, el primer logro del Silvano fue recuperar las instituciones, regresar el gobierno a las autoridades electas democráticamente, expulsando a los grupos delincuenciales del gobierno; asimismo, casi ha logrado arrancarle al sindicato burocrático los trámites y servicios, estableciendo programas y políticas que han limitado el poder de los “verdes”.
Soy de la idea, que si los dirigentes sindicales quieren gobernar y fijar política pública, deberían postularse en 2021 para cargos de elección popular, pero mientras no sean valientes y sigan cómodos en sus bases, deben limitarse a actuar como trabajadores.
El segundo gran logro de Aureoles Conejo, ha sido la federalización de la nómina educativa. No es desconocido que desde el gobierno de Víctor Manuel Tinoco Rubí se gestaron las dificultades presupuestales derivadas de la nómina magisterial, agravándose en las administraciones de Lázaro Cárdenas Batel y Leonel Godoy Rangél.
Las minutas fueron las grandes generadoras de la deuda pública, las minutas se convirtieron en el freno para el desarrollo de la entidad.
Durante los últimos días del gobierno de Enrique Peña Nieto, el gobernador Aureoles tomó la determinación de dar por concluido el convenio con la Federación respecto de los servicios educativos, y desde ese instante había sido insistente con el tema, con el nuevo gobierno no soltó su objetivo, y lo logró.
La federalización le quita poder a los dirigentes sindicales del SNTE, CNTE, DIII6 y no sé cuántos más sindicatos patitos hay, los cuales hacían su agosto con las plazas estatales.
El 2020, debe convertirse en el año del desarrollo para Michoacán, sin la carga financiera de la nómina magisterial deberán existir recursos para pagar a los proveedores, para obra pública, para programas sociales y de desarrollo, seguridad, así como promoción del estado.
Ahí está el legado de Silvano Aureoles Conejo, recuperar las instituciones y federalizar la nómina, esos son sus dos principales logros.
Nota: Sería deseable, que Silvano lograra convencer al presidente de la República de entrarle de lleno al tema de la inseguridad, ese sería otro gran logro, pero eso si se ve imposible.
