Con Descartes
El proceso electoral del 2021 para elegir gobernador ya se hace sentir, los aspirantes se mueven, se hacen notar, se pronuncian sobre temas públicos, recorren los distritos y uno que otro también hace guerra sucia.
Ha trascendido que las últimas encuestas sobre las preferencias electorales y el desempeño de los gobiernos locales, han sido contratadas y difundidas desde el Senado de la República.
Dichas encuestas juegan dos papeles, primero colocar en las preferencias a un senador de la República, esto para generar una percepción que le beneficie en el ánimo y sentir colectivo; por otro lado, denostar al actual gobierno del Estado y al gobernador, pero además es evidente que la campaña de desprestigio también va dirigida para el presidente Municipal de Morelia, quien además es aspirante por Morena a la gubernatura.
Tanto al gobernador, como al alcalde capitalino, son víctimas de la misma estrategia, colocarlos como los peores gobernantes del país en el orden de gobierno que les corresponde, ello con la finalidad de disminuir las posibilidades del PRD en la elección y las propias del presidente municipal de Morelia para alcanzar la candidatura por Morena.
Hay que ser cuidadosos con el manejo que se les da a las encuestas, pero hay que ser más cuidadosos en no caer en la trampa para la que fueron creadas, no olvidemos que se trata de instrumentos de promoción y propaganda.