Por: Leovigildo González
Fueron 40 minutos de detonaciones de fusiles de asalto, los vecinos se resguardaban en sus viviendas mientras que las llamadas al 911 eran constantes, el auxilio no llegaba y las balas no cesaban.
Llegó la Policía, fueron recibidos a balazos y el enfrentamiento se extendió, la Guardia Nacional y la Policía Michoacán también arribaron, ya con mayoría, repelieron una agresión al más puro estilo de Tierra Caliente pero en Morelia.
En intercambio de disparos se extendió por varias colonias, los delincuentes con aparentemente entrenamiento militar pudieron herir a un policía, que fue alcanzado por las balas.
Una hora de enfrentamientos, finalmente provocó que tres de los agresores bajarán las armas y se entregarán, otros tres de sus compañeros ya habían fallecido y las balas eran pocas, con inminente probabilidad de morir.
Morelia fue el escenario de una batalla, donde evidentemente los policías municipales fueron rebasados, pero que la respuesta de Guardia Nacional y Policía Michoacán, fue escencial para que lograrán poner bajo control una situación que parecía complicada.
Hoy, un policía se recupera, a tres delincuentes les lloran en sus casas, otros tres están en prisión. Así terminó una batalla que con coordinación las instituciones lograron ganar.
