Con Descartes
En esta ocasión seré extremadamente breve en mis líneas.
Debo decir que Andrés Manuel López Obrador es un hombre con suerte en exceso, cuando le empieza a llover, de la nada le llega una sombrilla.
En esta ocasión, en quizá la peor etapa de su corto gobierno, cuando la inseguridad lo hizo bajar hasta 10 puntos o más de popularidad, le cae de la nada el distractor de Bolivia, situación que han aprovechado y capitalizado muy bien, al grado de darle asilo político a Evo Morales.
Hoy la discusión entre izquierda y derecha en el país, el debate en redes no es la inseguridad, es Evo Morales.
Apuesto que eso le hará recuperar algunos bonos en las encuestas.