Un libro como “buen fin”

Tomar y leer. Recientemente abrió la famosa cadena de venta de libros, Gandhi, su establecimiento en forma en la ciudad de Morelia. ¡Increíble! Porque pareciera que el futuro del posicionamiento de una librería en cualquier comunidad consiste en vender el libro de texto de la ciudad más populosa del sitio.

A todos nos gusta leer, sea en un libro o en un dispositivo, sean párrafos largos y en papel, o breves frases en Facebook o Twitter. Sí, leemos y nos gusta.

Para el lector que sigue comprando un libro, sentándose en su sofá favorito y tomando café o té para disfrutar de la lectura, mis felicitaciones y mis mejores deseos. Ya estás en la ruta de la belleza.

Cuando pensamos en leer inmediatamente enlazamos al conocimiento con tal actividad. Lo cierto es que también la belleza entra en juego. Pensemos en lo que se enciende en el corazón cuando leemos una novela o un poema. Sí, cuando leemos no sólo descubrimos verdades, también entramos en la habitación de la belleza. Una puerta y otra son siempre de la misma estancia.

¿Cuáles son tus libros favoritos? ¿Qué tipo de literatura es la que te gusta leer? Las encuestas nos dicen que en México se prefieren las novelas, los libros de superación personal y aquellos de dietas. Cuando un escritor incursiona en estos géneros, sin demasiado esfuerzo triunfa una y otra vez. Así es, ya estás haciendo memoria de la última vez que entraste en una librería y, efectivamente, muchas novelas, muchos libros de superación con 10 consejos rápidos y fáciles.

Sin embargo, existen también los ensayos, esos libros que ya breves o extensos hablan de temáticas especificas mediante el recuento de historias mezcladas con cientos de reflexiones que entran y salen de la cabeza al corazón. Un ensayo también es una oportunidad para pensar un buen rato en la vida, en las fronteras del vivir.

Los libros de poesía también andan escaseando, nadie los quiere imprimir, y de los guiones teatrales ni hablar. Pero esos textos valen oro. Cuando hay nostalgia o alegría los poemas permiten encender con mejores tonalidades aquel sentimiento. El teatro sirve no sólo al teatrero sino a aquel que quiera imaginar que fue al teatro y vio una gran puesta en escena. Así de fuerte es la imaginación.

Cualquiera que sea el género, pero un libro siempre permanece como historia, ensayo y poesía. Se puede tener excelente narrativa para contar y enseñar. Lo importante es que quien escribe lo haga con sinceridad, con una mente y un corazón sincero. Entonces se abre el portal, el pasillo que atraviesa años y tierras geográficas.

Comprar, rentar, pedir prestado un libro, es provocar a nuestras capacidades más espirituales para saltar al mar de la sabiduría, para entrar a la comunidad de aquellos que tienen una gran conversación.

Que no sólo estén llenos los establecimientos de ropa, zapatos y cine, sino que también así sean las inversiones en las librerías.

P. Francisco Armando Gómez Ruiz

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