Editorial Con Descartes
Históricamente el PRI ha sido sin duda el formador de mapaches electorales de profesión, expertos en el reparto de dádivas, coacción del voto, guerra sucia, trampa electoral, etcétera, etcétera.
Durante el nuevo siglo, el PAN le aprendió las mañas, no con el nivel de los priistas, pero muy cerca de ellos; el PRD se quedó en la etapa lactante.
Hoy el gran mapache es Morena; el PRI, PAN y PRD no tienen la posibilidad de echar andar aparatos y hacer uso de recursos para jalar sufragios, sin embargo, los de Morena si, tiene todo el aparato nacional para hacer lodo en sus procesos internos y en los procesos constitucionales.
El partido de Andrés Manuel López Obrador, ya ha dado cuenta de las luchas viscerales internas para apropiarse de ese instituto político, se ha visto y se han acusado de todo, bueno, hasta heridos por armas de fuego han tenido en sus asambleas distritales de renovación de consejeros.
Si se traicionan, golpean, amenazas entre ellos, qué podemos esperar de una elección constitucional. Todo indica que podrían ser una peor versión que el PRI de los años setentas, ochentas y noventas. El poder es el poder y serán capaces de cualquier cosa con tal de mantenerlo.
Señor Presidente, su partido se está convirtiendo en un peligro para la nación y la incipiente democracia, recompongan o serán lo que siempre han criticado.