Por: Arturo Alejandro Bribiesca Gil
“Justicia sin misericordia es crueldad”
Santo Tomás de Aquino
El pasado miércoles 28 de agosto, tuve el gozo de asistir a una conferencia sobre “Ética Judicial” dictada por el Magistrado Federal, en retiro, Leonel Castillo González, ilustre e ilustrado jurista michoacano, oriundo de Atapaneo, municipio de Morelia.
Los organizadores fueron la Sala Regional de la Quinta Circunscripción del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, con sede en Toluca, Estado de México, el Tribunal Electoral del Estado de Michoacán y la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo; sitio este último sede de la referida conferencia.
Fue un gran evento. Cargado de conocimientos y sentimientos; elementos estos, que el Maestro Leonel Castillo siempre carga en abundancia en sus alforjas, para compartirlos, a la menor provocación, con quienes los sepan apreciar.
Abro paréntesis… Para el mundo de la abogacía michoacana y nacional, el nombre de Leonel Castillo significa mucho; Aquí en su tierra, el Salón de Plenos del Tribunal Electoral del Estado lleva su nombre, y en el Salón de Actos “Miguel Mesa” de la mencionada Facultad de Derecho, esta inscrito su nombre en un muro de honor, él que es engalanado por menos de una decena de ilustres juristas michoacanos; pero… estoy cayendo en cuenta que a lo mejor fuera del mundo jurídico no se tenga la misma información de este gran ser humano que es José Leonel Castillo González.
Así que, permítanme platicarles que el Magistrado Castillo cuenta con una carrera judicial de 47 años, en los cuales fue: Secretario de Estudio y Cuenta de la Suprema Corte de justicia de la Nación, Juez de Distrito, Magistrado de Circuito, Magistrado de la Sala Superior del Tribunal Electoral (1996-2006) y su Presidente -por cierto, durante una de las elecciones más competidas y controvertidas de la joven democracia mexicana-, cierro paréntesis.
Dífilamente podría en dos cuartillas compartirles las perlas de conocimiento jurídico que tuvimos el honor de escuchar en la magistral charla; así que ni lo intentaré; solo destacaré dos temas en los que, desde mi muy humilde punto de vista, el Magistrado Castillo hizo hincapié: la prudencia del juzgador, vista como sinónimo de templanza, moderación y sensatez, más nunca como cobardía; y el de la exhaustividad, como obligación del juzgador de estudiar y analizar el asunto hasta quedar, literalmente, exhausto; después de haber pensado todos los ángulos y enfoques posibles, para optar por el idóneo ante el caso concreto; siempre con empatía para todas las partes involucradas. Interesante ¿no creen?
Debo señalar que además de las sabias palabras que nos brindó el Magistrado Castillo, pudimos escuchar emotivos mensajes de la Magistrada Presidenta y los Magistrados de la Sala Regional Toluca, Marcela Elena Fernández Domínguez, Alejandro David Avante Juárez y Juan Carlos Silva Adaya, respectivamente, quienes en el uso de la voz rindieron un sencillo y sentido tributo al Maestro Castillo. Y de esos mensajes, me quedo para siempre con el epíteto que la Magistrada Presidenta le dio a Don Leonel: Juez de jueces, Maestro de jueces. ¡Aplausos por favor!
En fin, podríamos hablar o escribir por horas sobre la gran trayectoria del Magistrado Castillo, y de su gran calidad humana, pero lo que no debemos dejar de decir es que para el derecho electoral en México hay un antes y un después de Leonel Castillo. ¡Se tenía que decir, y se dijo!
Otrosí: Mi reconocimiento al Dr. Ramón Hernández Reyes, por lo varios lustros de entrega al Instituto Electoral de Michoacán, del cual se despide en pos de nuevos horizontes.