Por: Hugo Villa
La renuncia de Ivonne Ortega, de las filas del Partido Revolucionario Institucional (PRI), vislumbra una desbandada de militantes que coincidían con ella.
La crisis en el partido tricolor, los confrontó en una elección interna en la cual se exhibieron presuntos acuerdos cupulares.
Ortega, ex gobernadora de Yucatán, renunció después del proceso, sin embargo, antes ya lo había hecho José Narro, quien también aspiraba a dirigir al PRI, ambos cuadros muy importantes.
La designación de Alejandro Moreno, está cobrando facturas al interior del priísmo.