Por: Leovigildo González
El titular del Ejecutivo de Michoacán, Silvano Aureoles, no pudo más y junto con familiares y amigos de los fallecidos soltó en lágrimas.
Quienes conocen a Aureoles, nunca lo habían visto quebrarse ante nada, hoy lo hizo, un acto humano lleno de dolor. Se fueron sus amigos.
Los funcionarios se habían ganado el cariño y admiración de gran parte de la administración, su partida no sólo deja ausencia en los Gobiernos, también, en sus familias y amigos, ahí estaba Silvano, entre sus amistades.
Dejó la investidura de mandatario estatal, para mostrarse como un amigo, cómo alguien a quien el dolor también quiebran, que el llanto es una forma de sacar el dolor.