Por: Efraín Carranza Chávez/ En El Pódium
Ser ciudadano de un país, nos da identidad con el mismo, nos permite ejercer derechos que el Estado debe garantizarnos, así como cumplir obligaciones para contribuir al desarrollo y mejoramiento de la Nación.
Haciendo referencia a lo mencionado, fundamental resulta la participación ciudadana para incidir de forma directa en la vida democrática y esfera de la administración pública de México, para darle un matiz ciudadano y convertirnos en actores de cambio, involucrarnos en la toma de decisiones, exigir rendición de cuentas y ejercer esos derechos y obligaciones que implica la ciudadanía.
Así pues, participación ciudadana es aquélla en la que los ciudadanos se involucran de manera directa en acciones públicas, con una concepción amplia de lo político y una visión del espacio público como espacio de ciudadanos. Esta participación pone en contacto a los ciudadanos y al Estado, en la definición de las metas colectivas y las formas de alcanzarlas. (Villarreal 2009)
El principal objetivo de la participación ciudadana, es lograr que el ciudadano se involucre, participe y se logre la relación gobierno-sociedad en la búsqueda de trabajar en conjunto en la planeación, diseño, ejecución y evaluación de las políticas públicas; además debemos reconocerla como un mecanismo para el empoderamiento social.
Los Consejos Ciudadanos, son la figura principal que ha asumido la participación ciudadana, puesto que se han convertido en el espacio institucionalizado para ello, basta con señalar que estos se han ido integrando dentro de la Administración Pública tanto Federal, Estatal y municipal.
Sin duda, el ciudadano cuando se siente integrado, parte de un proyecto, cuando es tomado en cuenta, siente que su opinión vale, motivándolo a involucrarse y tener una participación activa; no obstante, pese a las buenas intenciones de esta figura, la realidad dista un poco de ello, pues iniciamos por conocer que en nuestro país hay un débil diseño legal e institucional, debido a la falta de interés que el estado en la figura de la autoridad y de la ley han demostrado, existe además una deficiente selección de los miembros, toda vez que los procesos no resultan transparentes del todo; hablamos también de la falta de legitimidad frente al conjunto que representan, ello derivado de lo anterior, puesto que son seleccionados en ocasiones sin el voto de confianza de los ciudadanos.
Aunado a lo anterior, el principal problema es a nula capacidad real de incidencia en políticas públicas, puesto que hemos tenido mala experiencia en nuestro país, ya que los Consejos Ciudadanos han sido integrados a la manera que le conviene a la autoridad, y no tienen capacidad de decisión, pues la gran mayoría se limita recibir información o a ser intermediarios, además de señalar que han sido “secuestrados” en gran medida por los intereses políticos de los Partidos.
Nos falta mucho por hacer para que los consejos sean espacios eficientes democráticos y representativos, requerimos llegar a conquistar la figura de los Consejos Ciudadanos de Cogestión, con una auténtica y eficaz incidencia en políticas públicas, desde donde se trabaja formando parte de las decisiones.
En cuanto a rendición de cuentas, significa que las personas, los organismos y las organizaciones (de carácter público, privado y de la sociedad civil) tienen la responsabilidad del adecuado cumplimiento de sus funciones, y nosotros como ciudadanos tenemos el derecho y obligación de exigir nos informen acerca de ello; situación que se complica debido al poco interés social en la participación ciudadana.
Hoy por hoy, nuestro estado de Michoacán atraviesa por situaciones difíciles, principalmente en los temas financieros, de seguridad, corrupción y educación, pero yo resalto el principal problema que a mi parecer nos afecta, y del cual los propios ciudadanos somos responsables en cierto grado: MINIMA O NULA PARTICIPACIÓN CIUDADANA, tenemos la cultura de quejarnos, criticar a los gobiernos, ¿Pero de qué forma ayudamos o intervenimos para mejorar las condiciones de nuestros municipios, entidad y país?
Hoy, requerimos como ciudadanía tomar realmente el papel que nos corresponde, luchar contra la corriente si es necesario, involucrarnos y fomentar esa participación, no esperar a que sea el gobierno quien habrá esos espacios, debemos exigir, pedir cuentas, pero más que nada, contribuir e incidir en lo que nos puede beneficiar o afectar a todos, las “políticas públicas”.
Efraín Carranza Chávez
Licenciado en Derecho
Profesor Universitario
Vocal de Enlace con Organismos Políticos Red Jóvenes Políticos de las Américas, Michoacán.
Integrante del Primer Parlamento Juvenil del Estado de Michoacán
Twitter: @EfrainCarranzaC
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