Por: Efraín Carranza Chávez/ Columna En El Pódium
Los partidos políticos se crearon para contribuir en los procesos democráticos, para organizar y agrupar gente afín a determinadas ideologías y principios, para lograr una eficaz competencia rumbo a los cargos de elección popular.
En la realidad de nuestro país, infortunadamente vemos que los partidos políticos distan mucho de lo que “deberían ser”, no es necesario adentrarse directamente en la vida interna de estos, desde la sociedad civil, es fácil percibir lo antes mencionado.
Hoy vivimos una crisis de credibilidad, confianza y convicción en los Partidos Políticos, y no en vano; aquí algunas de las causas:
Malos gobiernos emanados de las diversas fuerzas políticas.
Distanciamiento con los ciudadanos, quienes en lugar de ser tomados en cuenta y convencidos por estos, cada vez son más ignorados y abandonados, hoy los partidos buscan un poder cupular.
Descuido a la “base” de todo partido, que es su militancia, misma que no es tomada en cuenta, es engañada, simulan la participación y las decisiones son tomadas por los “altos mandos” o dirigentes.
Discrepancia, incongruencia, y abandono de ideologías, puesto que ahora se busca el poder por el poder, sin importar la TRAICION a su propia “ideología y principios”.
Se han olvidado de la lucha por las causas sociales y sensibilidad humana, centrándose en los intereses personales y de grupo.
Caducidad del “producto” y empeño en ofertarlo; con lo anterior me refiero específicamente a “los mismos de siempre”, quienes viven de la política, quienes se apropian de los partidos, los manejan y dirigen, ocupando todos los cargos y candidaturas, cerrando el paso o bloqueando la participación de perfiles nuevos, jóvenes que inyecten frescura y redirijan el rumbo.
Aunado al punto anterior, se simula la participación de perfiles jóvenes, utilizándolos únicamente.
Es momento de que los partidos políticos entren a un profundo y real análisis de sus acciones y comportamiento, momento de actuar y “retomar el rumbo” si es que aún pueden, reconectarse con la ciudadanía, corregir sus errores.
Alterno a los Partidos Políticos, han surgido las denominadas “Candidaturas independientes” con la intención de fomentar la participación a los ciudadanos, a quienes no se identifican con partido político alguno, que se han convertido en la “moda electoral”, llegando con fuerza y atracción social, sin embargo, a percepción propia, estas han sido utilizadas por “destacados” políticos como estrategia para cumplir caprichos y berrinches de quienes no logran ser candidatos en sus partidos, de los chapulines, así también, utilizadas por los mismos partidos, como estrategia, entre otras, para restar votos a ciertos contendientes.
De las mencionadas candidaturas, ya han emergido “gobiernos independientes”, en su mayoría reprobados por sus gobernados, puesto que eran una promesa, una oferta de cambio, de diferencia, y han caído en los mismos errores, vicios y prácticas que los tradicionales partidos políticos.
Vemos pues que la situación política de nuestro país es un caos total, sumando a lo anterior a quienes aprovechan aún para fantasiosamente hacer campañas que no llevan a soluciones reales, concretas, que nos prometen un cambio, pero sin proyecto, sin rumbo, proponen el qué, pero no comparten, ni conocen el cómo.
Los más recientes procesos electorales, nos demuestran claramente lo que he mencionado, la crisis de credibilidad en los partidos políticos, el alejamiento de estos con la sociedad, la traición a sus principio e ideología, y la creciente “moda” de la guerra sucia, de desprestigio entre contendientes, dejando a un lado la campaña de propuestas, de proyectos.
Los resultados, son sorprendentes para algunos, no así para otros: quienes confiados en ganar se llevan la asombro de “derrota”, debido a su alejamiento y poco interés en la militancia, en los ciudadanos; soberbia y egocentrismo de quienes “triunfaron”, el no reconocer la fuerza de sus aliados, el estar ya en el ejercicio de la función para la cual fueron electos y no dar resultados, y la reincidencia de algunos más en traicionar sus ideologías con tal de sobrevivir a la amenazante extinción, entre otros.
Queda claro que ahora, difícilmente una fuerza política pueda “triunfar” por sí sola, se requerirá sin duda los acuerdos, las alianzas, principalmente con los ciudadanos, con la sociedad civil.
Anteriormente se hablaba de legitimación, cuando algún candidato ganaba una elección, se le otorgaba la constancia que lo ratificaba y era investido de poder o del cargo para el que fue electo, hoy por hoy, ello no basta, pues la legitimación debe mantenerse estando en el poder, y para ello se requiere la aceptación de la ciudadanía, de una mayoría; Para logar lo anterior, nuestros gobernantes deben más que nunca actuar con transparencia, responsabilidad y resultados.
Finalizo haciendo un llamado a los ciudadanos, para que actuemos y seamos responsables y participes de la vida política de nuestro país, recordemos que si no nos ocupamos de la política, la política se ocupará de nosotros, a quienes como yo, militamos en algún Partido Político, los convoco a dirigirnos con respeto y responsabilidad, pero sobre todo, a ser actores de cambio, de progreso, visionarios dentro de los mismos, contribuyamos para hacer que las cosas cambien, internamente para después proyectar y contribuir en el exterior, ¡Si se puede!, actuemos ya.
Efraín Carranza Chávez
Licenciado en Derecho
Profesor Universitario
Vocal de Enlace con Organismos Políticos Red Jóvenes Políticos de las Américas, Michoacán.
Integrante del Primer Parlamento Juvenil del Estado de Michoacán
Twitter: @EfrainCarranzaC
Página de Facebook: Efraín Carranza Chávez
