De cartas, gansos e improperios del debate estéril.

Código Alpha/Santiago Núñez

Usualmente los países latinoamericanos se han caracterizado por ser lugares donde el nivel de participación política de la sociedad en general, resulta bastante lejano a los estándares internacionales, paradójicamente lo anterior se viene presentando durante los últimos años a la par de una revolución que nunca antes habíamos visto: la de las redes sociales y la penetración de internet a niveles inimaginables.

Comienzo con la anterior reflexión, porque cualquier revisión rápida a las redes sociales actualmente, sirve como un termómetro para medir cuáles son los temas y tendencias que ocupan a la masa social, en ese sentido destaca que durante los últimos días uno de los temas más comentados es la supuesta carta que el presidente Andrés Manuel López obrador filtró,mediante la cual le pide una disculpa a la corona española por los agravios del pasado.

Mucho más allá de lo anecdótico o ridículo que pudiera parecer la propuesta del titular del ejecutivo mexicano y sin entrar en un debate filosófico o histórico en torno a los procesos de colonización en América latina, el motivo principal de esta columna es analizar la reacción que ha tenido la opinión pública en torno a la ya citada declaración del presidente mexicano.

Llama la atención que mientras en los órganos parlamentarios del Estado mexicano, se debaten temas tan importantes como lo son los relativos a la reformas en materia de revocación de mandato, financiera y de seguridad, la gran mayoría de los ciudadanos de a pie se mantienen mucho más interesados y enfocados en las frases jocosas, exabruptos y dichos coloquiales del presidente.

Resulta preocupante ver que en esa especie de protodebate que se arma en la redes sociales: muchos mexicanos se desgarran las vestiduras por defender o atacar a Andrés Manuel López obrador en torno al tema de la carta de los españoles, dejando de lado incluso muchas veces totalmente ignorado, una discusión y un debate que se centre en torno a los temas medulares que impactan de manera directa en el gobierno del Estado Mexicano.

Zygmunt Bauman ha escrito muchas obras donde señala en ese concepto de modernidad líquida; que las barreras entre el mundo digital y el mundo real son cada vez más pequeñas, que las barreras entre el debate académico, ordenado y de altura y las discusiones cuasi anárquicas que provienen de la masa social de desorganizada muchas veces se confunden y crean una falsa idea de debate público.

Debemos recordar siempre que el gobierno como un elemento fundamental del Estado, es a su vez un reflejo de otro mismo elemento; que en este caso es la población y la sociedad. El día de hoy en medio de la terrible crisis de propuestas que vive el Estado mexicano,en temas tan importantes como salud, como seguridad y como economía resulta preocupante darnos cuenta que la sociedad civil, ese que debería ser el último resquicio de salvación para nuestra nación, pareciera que se ha convertido en una foca que aplaude con cierta gracia los improperios y la falta de astucia intelectual de una clase política que hace muchos años dejó de estar a la altura de los desafíos que enfrentamos.

Pareciera que el sentido común en el ejercicio público se ha perdido en el bosque de la historia y que hoy sociedad y gobierno mexicano, estamos entrando en una profunda y preocupante espiral que tiene como su principal componente, la ausencia más elemental del sentido común y la responsabilidad republicana.

En tanto nuestra sociedad civil, nuestros jóvenes y la opinión pública de a pie, siga más concentrada en la creación de memes, en las frases chistosas y en reírse del “me canso ganso” y de todos los desplantes intelectuales de nuestros dirigentes, en lugar de entablar un diálogo crítico, propositivo y libre de revanchismos partidistas, estaremos condenados a convertirnos en catalizadores de una discusión pública que no nos lleve a ningún lado y que al contrario nos guíe a dar vueltas dentro del nocivo y terrible círculo de la demagogia.

Tenemos solamente dos opciones: avanzar a convertirnos en una sociedad informada, crítica y a la altura, o bien entronizar la anarquía y la falta de inteligencia en el debate coloquial, en la palabrería de la redes sociales y llegar a representar a la perfección ese concepto que ha acuñado Umberto Eco cuando hace referencia a la lección de idiotas que alimenta el fuego de la ignorancia.

Mucho cuidado con criticar a los puercos, desde el chiquero propio…

Sergio Santiago Núñez Galindo
Abogado y consultor.
Candidato a especialista en seguridad nacional.
santiagonunez@alphaconsultores.com.mx

whatsapp

Deja un comentario