C.P. Marko Cortés Mendoza
El día de ayer en la Cámara de Diputados fueron aprobadas modificaciones a la consulta ciudadana y la revocación de mandato con el voto en contra del PAN.
Las figuras de democracia directa han sido históricamente una causa panista. Desde nuestra plataforma de 1994 se propone tanto la consulta popular como la revocación de mandato y ambas han sido recurrentemente presentadas por nuestros legisladores desde entonces con el objetivo de lograr mejores prácticas democráticas, pero lo aprobado ayer dista mucho de eso.
Una consulta popular tiene que ser representativa para que sea legítima. Reducir los umbrales de participación para que se convierta en un ejercicio de militantes de un partido, como lo que ya vimos con las supuestas consultas para cancelar la construcción del aeropuerto o para aprobar la hidroeléctrica, es hacer de la figura de democracia directa una burla para la democracia y para la sociedad. En lugar de proponer la reducción de la participación se debería de proponer ampliarlo, para que en realidad se pueda hablar de respaldo social y no sólo de un grupo claramente inidentificable.
También, la figura de revocación que ayer aprobó Morena es algo que dista mucho de reconocer más derechos ciudadanos. La revocación de mandato en los países democráticos que la siguen es un derecho de los ciudadanos y no una potestad del gobernante. Es absurdo que el presidente de la República pueda solicitar una votación de revocación de su propio mandato; en caso de que existiera la posibilidad de no ganarla no la solicitaría y en caso de saber que va a ganar simplemente la hace un ejercicio absurdo e innecesario de presunción.
Para que la revocación de mandato sea legítima debe cumplir tres aspectos fundamentales: tiene que ser solicitada por los ciudadanos o por la oposición, tiene que ser en una fecha en donde no concurra con otros procesos electorales y su único objetivo (y debe ser específico en la Constitución) debe ser ponerle fin al periodo para el que fue electo.
La propuesta aprobada por Morena deja claros sus objetivos: la consulta puede ser solicitada por el presidente, busca que sea concurrente con las elecciones intermedias y es para aprobar la continuidad del mandatario. Esto quiere decir que puede ser un ejercicio de mera vanidad, es para que el presidente (con todos los recursos de la presidencia) haga campaña junto con sus 300 candidatos a legisladores federales, 13 candidatos a gobernadores y cientos de candidatos a alcaldes y legisladores locales, y es para definir la continuidad del mandatario, lo que abre el camino a que Morena se perpetúe en el poder.
Acción Nacional ha apoyado y propuesto durante décadas las figuras de democracia directa y por ello hoy se pueden hacer consultas ciudadanas de forma legal y justa; por eso proponemos que en su caso la consulta de revocación sea sin dobles intenciones: en el cuarto año de gobierno, a petición de los ciudadanos y con el único objetivo de terminar un periodo presidencial. El dictamen que aprobó Morena lo único que busca es confundir a los ciudadanos, a la par de que esconde verdaderos mecanismos para burlar la democracia y perpetuarse en el poder.
En el PAN vamos a seguir levantando la voz para defender la democracia y las instituciones de nuestro país. Ya se evidenciaron las verdaderas intenciones autocráticas y antidemocráticas de Morena y un cambio como el aprobó ayer el partido del presidente en Canara de Diputados debe de hacer despertar a todo México, para corregirlo o frenarlo en el Senado y defender los avances que costaron décadas de lucha por la democratización.
@MarkoCortes