Por: Maritza Carranza
Hoy les hablaremos de un problema que por más que se ha luchado en contra no se ha logrado erradicar, hablo de la misoginia dentro del ámbito político, para eso es necesario tener bien claro el concepto, el cual de acuerdo con los griegos se define como el odio o aversión a la mujer; por lo tanto esta ideología, desprecia a la mujer y todo lo femenino.
Dentro de la política estos actos aunque siempre han existido son más evidentes y poco denunciados; pongo en manifiesto lo sucedido hace unos días en el Congreso Local donde se inauguró un foro de violencia política de género organizado por el Instituto Electoral de Michoacán, la Asociación de Tribunales Electorales de la República y el Tribunal Electoral del Estado donde no existió la participación de ninguna mujer en el presídium, ni como panelista, situación sumamente lamentable y más porque durante años se ha luchado por la equidad de género e inclusión.
En el mundo tenemos grandes ejemplos de mujeres en la política que han llevado un papel comprometido con sus representaciones más allá de ser figuras decorativas, recordamos a: Margaret Thatcher como la Primera Ministra del Reino Unido, Condoleezza Rice y Hillary Clinton Secretarias de Estado participando activamente para la primera potencia militar del mundo, Estados Unidos de América y desempeñándose ahora, Hillary como candidata del partido demócrata en EEUU para la presidencia de la nación, entonces: ¿la misoginia está ausente en la política de nuestro país, del mundo?
Aunque tenemos los ejemplos de estás grandes mujeres la misoginia no dejará ser una herida en la búsqueda de la equidad, la igualdad y el reconocimiento del otro en la comunidad política, hasta que no dejen actuar a estas mujeres de acuerdo a sus creencias, convicciones y agendas a favor de sus representaciones.
Por ello México no está aún perdido y sin dar una grande lista, recordémosle como comunidad, en unión y en convicción a la Secretaria Olga Sánchez Cordero, el poder que tiene y con ello la responsabilidad de actuar, por los ciudadanos y ciudadanas de esta gran nación, pero también la obligación de mantenerse con fuerza por su género. Y a quienes la rodean respetar las acciones que con franqueza y honestidad debe llevar para equilibrar la balanza.
Y llevándolo a un ámbito más cercano, es triste poder ver como el papel de la mujer dentro de la política en Michoacán se ve severamente afectado por la falta de participación que tiene en todos los sectores productivo; públicos y privados, pero sobre todo en la política y no solo es una lucha campal por la búsqueda de su reconocimiento, ello implicaría verlas como figuras de decoración en las instituciones, el verdadero desafío es ser tomadas en cuenta pero sobre todo permitirles ser parte de la toma de decisiones.
Quienes ejercen el poder dentro de la sociedad son los principales violentadores y es que muchos políticos utilizan su condición para humillar, hostigar, lacerar y atentar contra la integridad de la mujer. ¡Basta ya que los puestos de poder sean sitios de impunidad para machacar la integridad de las mujeres!
La psicología del rechazo es peligrosa, esto aunado a mantener imágenes de aprobación y vanidad, termina por poner a los poderosos y en este caso a los políticos en situaciones donde su herramienta es ejercer violencia verbal y psicológica, humillación en su totalidad, jugando con el prestigio y la reputación de los otros y peor aún de las mujeres. Ellas al sentirse vulnerables y por el miedo al poder ejercido, sin miramientos por estos hombres prefieren guardar silencio y no alzar la voz ante estos actos, que al final del día es otro gran emblema de la corrupción, el mayor enemigo de la nación hoy en día y sobre todo, el mayor quebrantador de los Derechos Humanos.
Hoy es tiempo de poner un alto a esta forma de ejercer violencia contra la mujer, a parar la misoginia por parte de los que ejercen el poder, las mujeres no son un accesorio más que portan, se debe de buscar legislar en torno a la misoginia dentro del escenario político y social, y activar leyes que las protejan ante actos injustos que atentan contra su persona y su moral.
Mujeres, alcen la voz y sean conscientes de que pueden ser muchas las que están pasando por la misma situación y solo necesitan tener el valor para denunciar estos actos. Que esos políticos que solo piensan que una mujer luce mejor “Calladita y arregladita al lado” cambien de actitud.
Ningún hombre tiene derecho por más poderoso que sea a amedrentarte, tocarte o insultarte y los grandes cambios empiezan con las acciones más pequeñas, pero también más honestas.
¿Con cuántos políticos patanes te has topado?