De héroe a dictador

Frontera de Cristal por Jonathan Valpuesta Quesada

Durante las últimas décadas han sido numerosos los caudillos latinoamericanos que han tomado el poder de sus países, en ocasiones lo hicieron mediante golpes de estado, pero en otras ocasiones estos personajes llegaron al poder mediante las vías democráticas siendo este el caso de Daniel Ortega, actualmente presidente de Nicaragua.

En los años ochenta Nicaragua se convirtió en todo un símbolo de lucha contra el imperio estadounidense, ya que por aquellos años el frente sandinista acababa de llegar al poder tras décadas de dictadura de la extrema derecha. El frente sandinista es un partido que se define como marxista/leninista, antimperialista yankee y extremadamente católicos, fue por eso que en aquellos años recibieron el total apoyo de la iglesia católica para ganar las elecciones presidenciales y así su líder Daniel Ortega llegara al poder.

En el año 2006 Daniel Ortega ganó las elecciones presidenciales tras permanecer 16 años en la oposición, aunque sus antecedentes no eran del todo buenos ya que en su primera etapa como presidente entre 1985 – 1990 fue reprobado dejando un país en materia social y económica prácticamente destrozado.

El modelo económico de Ortega fue un rotundo fracaso ya que las expropiaciones, la enorme deuda exterior, la imparable impresión de dinero y su obsesión por el control de las instituciones y de la economía llevó a Nicaragua a una situación insostenible.

El gobierno de Violeta Chamorro (fue la primer presidente mujer elegida por la vía democrática en toda Latinoamérica) apostó por cambiar el planteamiento político y económico del país, es decir, pasar de una economía centralizada, organizada y dirigida por el Estado a una economía de mercado. Así es como nacieron las zonas francas de Nicaragua (para saber más sobre qué es una zona franca te dejo el siguiente link de mi anterior columna https://saladeprensanoticias.com/2019/03/06/la-suiza-de-america-latina/) y las políticas de atracción de inversión extranjera lo que unido a la cooperación internacional y sobre todo a las crecientes remesas procedentes del extranjero, permitieron que Nicaragua comenzara de nuevo. Sin embargo, lo que no consiguieron los nuevos gobiernos fue terminar con la corrupción y así la sensación de frustración, decepción y engaño que sintieron los nicaragüenses, junto a una oposición que estaba dispuesto a todo por regresar al poder, alimentaron la victoria democrática de Daniel Ortega en el año 2006.

A partir de que Ortega regresa al poder supo inmediatamente que era el momento perfecto para aprovechar su posición para dominar la política, las finanzas y las instituciones de este país. Evidentemente la primera estrategia pasa por lograr la hegemonía política y el control social y para ello puso en marcha una doble táctica: por un lado invadir las instituciones y centralizar el poder y por otro lado amedrentar a toda costa a la oposición ya que en estos casos el miedo suele ser un ingrediente muy eficaz, de esta forma Ortega puso en marcha una fuerza paramilitar compuesta por pandilleros, más conocidos en Nicaragua como “las Turbas” y su objetivo principal fue amedrentar a la oposición política y tratar de reventar mediante el uso de violencia a las manifestaciones que se presentaban. Evidentemente no era una fuerza oficial, pero contaban con el respaldo del gobierno.

Durante su segunda etapa como presidente de la República de Nicaragua Daniel Ortega nombró a su esposa e hijos en cargos claves del Estado amasando así una fortuna enorme gracias al nepotismo, y lo peor de todo, es que su esposa Rosario Murillo es la Vicepresidenta de este país. Todo ese dinero que han acaparado lo han utilizado para implementar una estrategia para que no exista oposición alguna ya que todos los medios de comunicación son propiedad del gobierno o de la familia Ortega y sumándole a todo esto que la nueva ley de las redes sociales es un intento para crear mecanismos legales para censurar y perseguir a los activistas opositores, a pesar de esto las protestas han comenzado por una razón totalmente diferente.

Al momento en que Daniel Ortega es presidente por segunda ocasión comenzó a surgir una nueva elite social que se está haciendo sumamente rica a costas del poder público, con la nueva ley del seguro social el gobierno ha decidido bajar las pensiones y subir las cotizaciones. Estudiantes, trabajadores y empresarios han salido a la calle a manifestarse por la ley tan agresiva implementada por el gobierno de Ortega, pero al tener el total control de las instituciones y de los medios de comunicación ha obligado a no retransmitir las protestas, hasta el día de hoy al menos hay 335 muertos, más de 700 detenidos y miles de exiliados debido a la represión de las protestas sociales que estallaron en abril del año pasado.

Recordemos que Daniel Ortega lidereo un movimiento para derrocar o mínimo competir democráticamente con una dictadura de ultra derecha, siendo estos una esperanza para el país que a la larga les costó más caro que permanecer en el mismo régimen. En Latinoamérica no aprendemos de nuestros errores, tan es así que la mayoría de los países han sufrido la sumisión de un régimen similar en alguna etapa de su historia.

Jonathan Valpuesta Quesada

Premio Michocano de la Juventud 2018.

Twitter: @Johnvalpuesta

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