Fronteras de cristal por Jonathan Valpuesta Quesada
Uruguay es uno de los países más ricos de toda Latinoamérica, al menos en renta per cápita, cómo también es uno de los más estables y con mejores servicios públicos. Hace algunos años comenzó a destacar globalmente con sus políticas públicas innovadoras ya que su presidente en ese entonces José Mujica aprobó el matrimonio entre personas del mismo sexo, pero su medida más conocida fue la legalización de la venta de la marihuana mucho antes que en California o cualquier otro país, Uruguay fue pionero en el mundo en permitir el comercio de esta hierba para el uso recreativo.
A diferencia de Argentina y de Brasil que son sus vecinos no ha dejado de crecer económicamente desde el año 2002, ya que tiene una clase media en su mayoría y los sueldos son los más altos de toda Latinoamérica compitiendo hombro a hombro con la República de Chile.
Uruguay nació en el año de 1830 tras una guerra entre Brasil y Argentina, a los británicos que fueron los que negociaron la paz les interesaba mucho que este fuera independiente debido a que el puerto de Montevideo era un espacio estratégico en la geopolítica de Latinoamérica. En ese entonces muy poca gente vivía ahí, de hecho, los únicos que lo habitaban era una tribu que se les apodaba “los charrúas”, (de ahí el apodo que reciben los jugadores de la selección de este país), pero fueron exterminados por los nuevos conquistadores, entonces, por ende, a diferencia de los demás países latinoamericanos, la mayoría de los uruguayos son directamente de origen europeo, más concretamente de España e Italia.
Este país siempre se ha destacado por tener una democracia moderna y Estado de derecho que ha garantizado la confianza internacional debido a que se ha mantenido alejada de cualquier conflicto político interno o externo. Los datos no engañan ya que su población paso de tener 1 millón en el año de 1900 a 2 millones de habitantes a mediados de siglo y actualmente cuentan con 3 millones y medio, un crecimiento de la población lento pero estable.
En el año 2002 en Argentina sucedió la catástrofe financiera mejor conocida como “el Corralito” cayendo así el PIB uruguayo 7,7% debido a que estos su único mercado de exportación era para Argentina. Ahí fue donde nuestra Suiza latinoamericana se dio cuenta que tenía que cambiar de socios comerciales si querían ser un Estado en crecimiento constante.
En los años 80 los primeros gobiernos democráticos de Uruguay implementaron una política pública muy novedosa ya que sentaron las bases legales para el desarrollo de Zonas Francas, siendo estos territorios que el gobierno decretó que no se pagarían impuestos nacionales como lo es el IVA, el impuesto sobre la renta y el impuesto de sociedades, pero la única exigencia que tenían era que el 75% del empleo tenía que ir destinado a la población local. Uruguay tiene 11 Zonas Francas y las hay de tres tipos, en primer lugar, las orientadas a la logística y el comercio exterior, en segundo lugar, las que sirven de base de multinacionales para prestar sus servicios en toda Latinoamérica, y en tercer lugar las zonas especialmente preparadas para la industria.
En el año 2005 tuvieron un cambio de gobierno ya que pasaron de tener un presidente de centro-derecha a uno de centro-izquierda, en este caso hablamos de Tabaré Vásquez, y lo que caracteriza a los charrúas del resto de los países del mundo es que los partidos políticos tienen un diálogo profundo y no cambian las políticas públicas al momento de llegar un nuevo gobierno, al revés, se fortalecen y se da seguimiento a lo ya implementado por las antiguas administraciones.
Eso explica que entre el año 2005 y 2014 la inversión acumulada de las Zonas Francas llegó a casi 6,000 millones de dólares y todo esto mientras Tabaré Vázquez y José Mujica gobernaban el país.
Los beneficios que ha traído las Zonas Francas son que han abierto sus puertas a empresa importantes para que se establezcan en Uruguay por la comodidad y la certeza jurídica como de la seguridad que el Estado les otorga. Recordemos que las empresas necesitan proveedores así que de estas multinacionales surgen pequeñas empresas locales a su alrededor y por supuesto los empleos que se generan son bien remunerados, es decir, que los uruguayos no tienen que emigrar para encontrar un trabajo.
Recordemos que anteriormente mencioné que Uruguay tuvo que cambiar de socios comerciales, pues al implementar esta política pública y al establecerse empresas internacionales ahí, Uruguay pasó de ser un país que vendía carne a uno que vendía productos de valor añadido, por ejemplo, ahora mismo hacen los concentrados de Pepsi para toda Latinoamérica, es más, existe una bebida que triunfa en Japón que se llama la Pepsi Azuky. Para que nos hagamos una idea, la Pepsi tiene el 7% de las exportaciones desde Uruguay. Una de las principales empresas papeleras en el mundo, la empresa finlandesa UPM tiene una de sus principales plantas de producción en este país y según han dicho que van a construir otra planta más que podría suponer un 2,5% más de PIB para el país. A todo esto, el principal socio comercial que le consume a Uruguay es China.
Como conclusión; las políticas públicas innovadoras que implementan los gobiernos más su seguimiento y métodos de perfección, son la base del crecimiento económico de un país, sin embargo, hay que tener en cuenta que para ser un país atractivo a la inversión extranjera los gobiernos tienen que garantizar más que no pagar impuestos una certeza jurídica y seguridad para sus trabajadores como para sus productos, en pocas palabras, en México estamos muy lejos de ser atractivos para grandes capitales debido a todos los problemas de infraestructura, políticos, sociales y de seguridad que enfrentamos día a día.
Jonathan Valpuesta Quesada
Premio Michoacano de la Juventud 2018
Twitter: @Johnvalpuesta