Por: Marco Tavira
Título: La Favorita (The Favourite)
Director: Yorgos Lanthimos
Año: 2018
Calificación: * * * * *
Con su reciente filme, La favorita, el cineasta griego Yorgos Lanthimos se consolida como un realizador audaz y creativo.
Lanthimos ha creado una obra de altos vuelos, una sorprendente historia sobre la monarquía inglesa del siglo XVII.
Con encuadres filmados del suelo hacia el rostro de los actores, La favorita es visualmente hermosa; obsequia planos secuencias inundados de luz natural, capturando la opulencia y elegancia al interior del Castillo Real.
Este largometraje nos brinda una dirección artística fascinante, así como una edición vertiginosa, y un guión original sorprendente. El vestuario, el maquillaje, la música, todo es excepcional; es un óleo Victoriano, donde todos estos elementos nos anuncian certeramente los deliciosos y disfrutables momentos próximos a acontecer.
Es un relato vigoroso y atrayente que se sostiene por sí mismo con su tono fársico; indiscutiblemente apoyado por un perfecto trabajo actoral encabezado por Olivia Colman como la reina Anne, y respaldado por las destacadas actuaciones de Rachel Weisz (Lady Marlborough) y Emma Stone (Abigail Spencer).
La reina Anne de Inglaterra es una mujer devastada, enferma y sola, (ha perdido diecisiete hijos, los cuales ha sustituído amorosamente con el mismo número de conejos) pero con un inmenso poder; es una mujer caprichosa, que padece un severo desorden alimenticio y una desesperante inestabilidad emocional que la convierten en presa fácil de manipulaciones e intrigas; por años ha aceptado la asistencia, compañía, complicidad y hasta asesoría política de Lady Malborough, una maquiavélica y sigilosa mujer, perteneciente también a la nobleza, que en el afán de no disminuir su posición e influencia en la corte, (y de seguir gozando de los favores de la reina) es capaz de sufrir agresiones y humillaciones. Aparece entonces en escena, la plebeya Abigail, prima de Malborough, que es recibida en el palacio para ser parte de la servidumbre, y es en este momento donde la historia toma su curso natural y utiliza la belleza, el vigor juvenil, el encanto y la sensualidad de la aparentemente inofensiva Abigail, para deleitarnos con la sutil manera con que logra interponerse entre la reina y su amiga.
Es una película fascinante, disfrutable cuadro por cuadro, que narra una guerra íntima, a puerta cerrada, una lucha de poder y seducción entre mujeres.