Por: Ernesto Pacheco Cáceres
“La mejor estructura no garantizará los resultados ni el rendimiento. Pero la estructura equivocada es una garantía de fracaso.”
Peter Fernandin Druker
El problema por el desabasto de gasolina tiene su propia evolución; en principio, se sabía de largas filas que resultaban el equivalente a un par de horas; en redes sociales daban tips para ubicar donde había gasolina; ahora el problema va creciendo y hoy ya estamos viendo un segundo momento, vemos gente durmiendo fuera de las gasolineras, filas de más de un kilómetro de largo, escuchamos anécdotas de personas que pararon largas horas y casi logran cargar su tanque, otras en reunión social en las filas para matar el tiempo; inclusive ya planes de contingencia en las redes sociales donde sugieren atención en las gasolineras en base al número de tu placa y planes para desempolvar la vieja bicicleta.
Supongo que es momento de redimensionar el tamaño del problema que estamos enfrentando, el cual no se resuelve con llenar el tanque de gasolina de nuestro automóvil, sino teniendo la sensibilidad por las pérdidas económicas que se generan a la población; tan sólo el día de ayer se anunció que más de 2,400 transportistas dejaron de prestar servicio, que va a pasar cuando se afecte el abasto de comida a centros comerciales, que no se puedan prestar servicios de seguridad pública, hospitalaria, transportar cosechas, o surtir farmacias por poner ejemplos.
Y aun se preguntan porque está en incremento el nivel de indignación si escuchamos a la Secretaria de Energía que acepta que la estrategia del combate al huachicol “…Tal vez estuvo mal planeada o quizá la implementación no fue la adecuada…”; que no debemos hacer compras de pánico, porque hay gasolina suficiente y provoca desabasto. No entienden que la sociedad está enojada, ya que su vida cotidiana se está trastornando y tienen que reajustar desde sus actividades extraescolares con sus hijos, los paseos de fin de semana, las idas al trabajo; o bien, aceptar pagar a 100 pesos el litro de gasolina que ya te ofrecen por internet, bien dicen “… a río revuelto, ganancia de pescadores…”
Hago un verdadero esfuerzo cuando los defensores del régimen me explican que el gobierno está frenando el robo de gasolina, que México pierde 66 mil millones de pesos anuales por el huachicoleo, lo equivalente al presupuesto del Estado de Michoacán o a los montos asignados a partidas como educación y salud en el país, incluso a lo necesario para la rehabilitación de las 6 refinerías de Pemex; sin embargo espero que este gobierno deje de pedir disculpas por los errores de dedo o falta de experiencia, y que las decisiones que se toman, al final se reflejen en bienestar social; que logren calmar las especulaciones que dicen que no es casualidad cuando 9 de los 10 estados de la republica con desabasto de gasolina son de oposición al Gobierno Federal, y en 2 de ellos está próxima la jornada electoral siendo esto una simple jugada política para desestabilizar al adversario, pues si algo hemos aprendido es que “…en política, nada es casualidad…”