Por: Leovigildo González
Las largas filas para abastecerse de gasolina, han provocado convivencia sana, reencuentros de amistades, hasta romances, pero también estrés y enojos.
Carlos Cuin, usuario de una gasolinera grabó un momento que ya se volvió referente a nivel nacional, una banda de música de viento comenzó a tocar algunas canciones haciendo una amena fiesta que entre desconocidos fue un aliciente para seguir la espera.
Ahí, en la fila se han dado romances, el caso que tuvimos conocimiento fue la historia de Alejandra y Joel, ambos conducían sus vehículos, en el tiempo en que esperaban sus turnos para cargar gasolina, en algún momento comenzaron a charlar, se pasaron sus números de celular y han estado saliendo.
También se han dado reencuentros de amistades, personas que no se habían visto durante años ahí se han vuelto a saludar, y recordar momentos de la universidad, preparatoria o secundaria.
Sin embargo, también se han registrado peleas entre los usuarios, la principal, por no respetar las filas, también el acaparamiento del combustible debido a que algunos aprovechan en llevar bidones y luego revender el producto muy por encima de su precio.
Eduardo Sámano, un usuario que pasó varias horas en espera de que le vendieran gasolina agradeció a una mujer quien con pintura para zapatos comenzó a poner orden en la fila con la finalidad de que si no tenían número, no se les despachara.