Por: Leovigildo González
Cuando compramos una chamarra, abrigo o chaleco, en esta temporada de frío debemos estar conscientes del maltrato animal que hay detrás.
Detrás de los edredones y las prendas de vestir rellenas de plumas, hay un gran maltrato y sufrimiento, una vida de crueldad y tortura a miles de patos y gansos.
Para rellenar una sola prenda de vestir se requieren las plumas de al menos siete aves.
Los gansos y patos son aves muy sensibles e inteligentes, a las que torturan cruelmente. Les arrancan las plumas muy rápido, su piel es muy sensible y les hacen heridas y desgarros, los desgarros se los cosen sin ninguna anestesia, los pobres animales gritan y se retuercen de dolor, para arrancarles las plumas se sientan sobre el cuello para impedir que se muevan.
Si no mueren en el proceso o por que enfermen los someten a esa tortura hasta cinco veces, luego son enviados al matadero.
Quienes usan edredones y prendas de vestir con relleno de plumas, están apoyando y financiando la tortura y la crueldad a la que someten a miles de gansos y patos.