Mirar hacia el futuro

Por: Arturo Alejandro Bribiesca Gil

“Los hombres y pueblos en decadencia viven acordándose de dónde vienen; los hombres geniales y pueblos fuertes sólo necesitan saber a dónde van.”

José Ingenieros

En días pasados, leí en la versión electrónica del diario El País una historia fascinante bajo el título de “La luna artificial china que planea sustituir a las farolas”; la nota nos dice que en la ciudad de Chengdu, en China, tienen planeado lanzar en 2020 un satélite de iluminación capaz de producir un brillo ocho veces superior al de la Luna, el cual complementara a las farolas y las diferentes luces instaladas en las calles, y a la misma luna, para una mayor iluminación de la ciudad en las noches.

Chengdu, es una ciudad de más de 10 millones de habitantes, considerando su zona metropolitana, y una de las más pobladas de ese gigante asiático que es China.

El proyecto es desarrollado por el Instituto de Investigación en Sistemas Microelectrónicos de Ciencia y Tecnología Aeroespacial (CASC) de ese país. Su presidente, Wu Chunfeng, señala sobre el satélite que: “Su brillo esperado, a los ojos de los humanos, será de alrededor de una quinta parte de lo que emiten las farolas en las calles». Y que esta fuente alternativa de iluminación supondría un ahorro en energía para la ciudad, además de proporcionar luz en zonas poco iluminadas, así como en zonas afectadas por desastres naturales o apagones.

Es importante señalar que el artículo destaca que no se sabe si el proyecto ha sido avalado ya por las autoridades, y que algunas voces críticas han mostrado su preocupación por los efectos adversos que podría tener en la rutina diaria de algunos animales y en la observación astronómica. Sobra decir que los amigos de lo ajeno y las parejas atrevidas tampoco estarán muy de acuerdo con esta mayor iluminación nocturna, o al menos eso creo.

Juzgando con fines mundanos, y sin ir tan lejos, por ejemplo, en nuestra señorial Morelia, una de las principales quejas ciudadanas es la falta de iluminación en muchas partes de la ciudad, lo que facilita las labores de los hampones y genera una mayor percepción de inseguridad. ¿Cómo nos caería un proyecto de este tipo?

En fin, sin importar la veracidad de los datos periodísticos o la concreción o no del proyecto chino, debemos reconocer que es una idea fantástica, que nos lleva a mirar hacia el futuro con mucha imaginación y esperanza, como Verne. Pero… mientras los chinos hablan sobre asuntos por encima de la atmosfera, nosotros discutimos por tópicos muy por debajo de ella…

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