Por: El Financiero
A cuatro meses de que se celebre la elección presidencial Andrés Manuel López Obrador (AMLO), candidato de Morena, ha logrado una ventaja considerable en la mayoría de las encuestas. Y, sin embargo, las élites empresariales y financieras del país parecen impasibles con esa situación.
El 85 por ciento de los ejecutivos de alto rango encuestados por Banco Santander en febrero pasado dijo que López Obrador será derrotado en los comicios de julio próximo, tal como ocurrió en 2006 y 2012. Esta confianza en lo ocurrido en el pasado explica por qué los mercados mexicanos están sobrellevando muy bien el hecho de que el exjefe de gobierno capitalino (quien durante años ha hecho del “neoliberalismo” el principal enemigo en sus discursos, aunque ya no plantea revertir los esfuerzos para abrir la industria petrolera estatal) supere en los sondeos a un par de candidatos más convencionales. El peso es la segunda mejor moneda en todos los mercados emergentes este año y las acciones se han comportado mejor que la mayoría de sus pares.
Pero en una época que no ha sabido anticipar las sacudidas políticas (la elección de Donald Trump, el voto del brexit, el sesgo cada vez más nacionalista de Polonia) este exceso de confianza parece peligroso, según algunos. Y que AMLO perdiera en el pasado no significa necesariamente que volverá a perder esta vez.
Alejandro Cuadrado, estratega del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA), advierte que el peso podría debilitarse alrededor de 7 por ciento desde sus niveles actuales si AMLO sigue a la cabeza en los días previos a la votación. La firma de investigación Exotix, especializada en los activos de más riesgo, dice que de ganar Morena las elecciones el índice bursátil de referencia podría caer hasta 15 por ciento y el rendimiento de los bonos locales podría subir unos 4 puntos porcentuales.
“No creo que los inversionistas estén preparados”, señaló en una entrevista Rafael Elías, jefe de investigación crediticia para América Latina en Exotix. “Hay que empezar a mirar seriamente las encuestas”.
Las mediciones de preferencia electoral más recientes revelan que AMLO tiene una ventaja importante. Suma un apoyo del 40 por ciento, por delante del candidato Ricardo Anaya de la coalición Por México al Frente, con 31 por ciento, y del exsecretario de Hacienda José Antonio Meade del PRI, con 20 por ciento, según el seguimiento de encuestas realizado por Bloomberg.