El PRI de Alito y Valencia, rumbo a la extinción

Por: Leovigildo González

El Partido Revolucionario Institucional (PRI), dejó de ser el instituto político con fuerza que definía elecciones a placer, hoy, es un instrumento de unos pocos para mantener un mínimo de poder, específicamente de Alejandro Moreno conocido como «Alito» y sus secuaces.

Y es que «Alito» se ha encargado de usar el partido para fines personales, es un experto negociador, su pasado como Gobernador de Campeche mostraron sus excesos que evidentemente no convergen con la 4T, que fueron sus principales detractores.

Pero el líder del PRI, hoy, no es un perseguido, al contrario goza de muchas canonjías, cuando era mandatario estatal, incluso tuvo el mote de «AMLITO» por su cercanía con Andrés Manuel López Obrador.

El caso de Michoacán no es distinto, Guillermo Valencia, hoy, es líder del PRI, un partido venido a menos, que ha perdido presencia, pero sobretodo militancia, aunque la minimicen.

El PRI en Michoacán, ha perdido referentes a lo largo de los últimos años y meses, Chon Orihuela, Fausto Vallejo, Jesús Reyna, gente que hizo sus carreras ahí, pero que abandonaron proyectos ahí para abrirse paso en otros lados.

La elección del 2024, no les hace reflexionar, tendrán diputados pluris, pero ninguno de mayoría, mucho menos un legislador federal, y en Presidencias Municipales, no hay ninguna de peso.

Valencia, fue fundamental para romper alianza en los distritos locales de Morelia, así que el PRI solo logró terceros lugares, el caso de Daniela de Los Santos fue extraordinario, le dio 25 mil votos al tricolor, la mitad que sacó René Valencia, candidato a la Presidencia Municipal.

El caso con Alfonso Martínez, fue extraordinario, la pugna interna entre Valencia con el alcalde de Morelia lleva tiempo, pero hoy, el segundo rompió un posible acuerdo y dejó «volando» a mucha de su militancia que pudo tener un lugar en el proyecto del recientemente reelecto.

La estrategia de Valencia parecía beneficiar a Morena, tal vez en las diputaciones locales, pero en la Presidencia Municipal, le faltó mucho y al contrario, terminaron por hacerle mucho daño a Carlos Torres Piña, porque resulta que el votante del priísmo deñ ahora dirigente del PRI, es muy similar al de Morena.

El PRD, ya se fue, pero con prácticas arcaicas y adueñarse de un logo (pregunten a Los Chuchos), todo indica que el PRI sigue sus pasos, la militancia no se desdeña, se cuida, es la base, pero si la pierden, solo tendrán las siglas, y esas no valen nada.

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