Por: Leovigildo González
Desde el inicio del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, le entregó la estrategia de seguridad a la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), pero además integró a los militares en las obras faraónicas como el Tren Maya y el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA).
AMLO con el Poder Legislativo a sus pies, desapareció la Policía Federal y dio paso a la Guardia Nacional, la militarizó, a pesar de que fue un crítico de involucrar a mandos castrenses en cuestiones civiles como la seguridad pública.
A pesar de entregar la seguridad a los militares, la estrategia no funcionó, el país vive momentos muy complicados en esa materia con 186 mil homicidios en lo que va de su sexenio, el más violento en la historia.
En acuerdos no escritos, AMLO les propuso a los gobernadores de Morena que en el 2021, sumaban 22, que entregarán la seguridad a mandos castrenses o de la Secretaría de Marina, todos cumplieron, incluido Alfredo Ramírez Bedolla.
Fue así que llegó el General José Alfredo Ortega a Michoacán, quien estaba en el área de inteligencia de la recién creada Guardia Nacional, y tal cual pasó con esa corporación, la Policía del estado se llenó de mandos castrenses.
De igual forma, Ortega no entregó los resultados esperados, fue el creador de la Guardia Civil, una corporación que se corrompió y que hoy, tiene cientos de quejas, al nivel que sus elementos participaron en el homicidio de un joven, un hecho por de más lamentable y que consternó a todo el estado.
A pesar de todas las quejas que había contra los elementos, el General, nunca movió un dedo para poner orden en la corporación, sus mandos, tampoco.
Parecía inamovible Ortega, pero así como las cosas suben, tienden a bajar, sobretodo porque nunca entró en el círculo cercano de Bedolla, ahí, en donde están Torres Piña, Gustavo Aguado, Záyin Villavicencio, Raúl Zepeda, y Juan Carlos Oseguera.
Ese fue el error del General, quien sin entender las formas de hacer política, en muchas ocasiones desdeñó las órdenes de Bedolla, y eso se paga caro.
Desde el inicio de la protesta de elementos de la Guardia Civil, se veía mano desde el Gobierno para fomentarla y mediatizarla, algo que no comprendió Ortega, en política no hay sorpresas y el General fue el sorprendido, porque Margarita López se integró al Partido Verde en un acuerdo con el mandatario estatal.
Vienen días complicados en la relación de Bedolla con SEDENA, el ex secretario de Seguridad, es General y lo sucedido fue una afrenta a los militares.