Por: Leovigildo González
Es evidente que lo que hace falta en Morena es unidad, a pesar de los discursos vacíos de su dirigente en Michoacán, Juan Pablo Celis, acostumbrados a la imposición, lejos del diálogo y las buenas formas de hacer política.
No hay equipo más afectado con lo que sucede en Morena, que los Bedollistas, quienes arropados por el Gobierno de Michoacán, no les importa pisotear a la militancia que le han dado forma y rentabilidad a ese instituto político.
Cuadros como Raúl Morón, Roberto Pantoja, Juan Carlos Barragán, Fidel Calderón, Roberto Pantoja, Itzé Camacho y Leonel Godoy han sido relegados y peor aún, minimizados dentro del partido guinda ante un avasallante equipo del gobernador Alfredo Ramírez Bedolla.
Ya lo he escrito muchas veces, están cegados por la soberbia y ego, que no les hace ver que se requiere hacer política, pero sobretodo altura de miras, porque todos pertenecen al mismo partido.
Hay agravios muy fuertes al interior, Juan Carlos Barragán es el morenista más visible de Morelia y fue vapuleado, alejado de las decisiones, para quitarse del camino y dejar transitar a Carlos Torres Piña.
Ayer en un boletín de prensa, hicieron un llamado a la dirigencia nacional de Morena, pero más que eso fue un grito de «auxilio» ante lo que han notado en las últimas designaciones, imposiciones desde Casa Michoacán.
Hoy, los Bedollistas tienen un candidato a la Presidencia Municipal de Morelia, alguien que requiere unidad ante esos cuadros que tienen presencia en la ciudad más importante de Michoacán, Raúl Morón ya fue alcalde y Juan Carlos Barragán tiene trabajo importante.