Por: Leovigildo González
«En política el ego es el peor consejero» reza una frase que desconozco quien la dijo, pero ahí se centra está columna, en estás elecciones se juega la sucesión de la gubernatura de Michoacán en el 2027.
La alianza PRI-PAN-PRD en el estado tiene diversas aristas, de entrada, que no han podido dejar rivalidades pasadas, antes de ver al futuro y lo que conlleva que Morena siga expandiéndose.
Y sí, el partido guinda es ese Frankenstein que se fue formando de pedazos de otros partidos, sobretodo de la Revolución Democrática (PRD) con los usos y costumbres, además de las tribus, pero también con priístas que imponen sus formas para hacer política, así se fue construyendo el mounstro electoral.
En Michoacán, a pesar de la rentabilidad que Morena tiene como partido, carece de dirigencia, Juan Pablo Celis, es un neófito político que muy poco le abona a la gobernabilidad de ese instituto, aunque en frente carece de una competencia sólida.
Parte del futuro se juegan los partidos de oposición en esta elección, a nivel nacional sus dirigentes aseguraron pluris y en lo local todo indica que harán lo mismo, atrás quedó realmente los proyectos de militancia, para convertilos en personales.
Guillermo Valencia, líder estatal del PRI, es parte de ese quiebre, el cual evidentemente busca debilitar a Alfonso Martínez, y con eso, convertirse en esquirol de Morena.
Con esa decisión tomada desde la cúpula, deja a fuera la posibilidad de que tengan al menos un legislador local de mayoría en la capital michoacana, así como espacios en el Ayuntamiento de Morelia que reclaman también quienes conforman la estructura de ese partido.
Se desconoce si hay acuerdo entre Valencia y operadores de Morena para descarrilar al perfil más fuerte de la oposición, lo que es un hecho, es que el PRI perdería de manera funesta la elección en Morelia, su militancia buscaría generar acuerdos con quienes tengan posibilidades de triunfo, ya sea con los guindas o Martínez.
Alfonso libra una batalla desde hace meses con Morena pero específicamente con el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, a quien le han vendido la idea de que si la alianza no acompaña al actual alcalde de Morelia no tiene posibilidades de reelegirse, algo que evidentemente carece de certeza ya que las encuestas le dan más de 56 por ciento de aprobación y ese es un colchón importante para competir.
Así que pobres priístas que puedan ser utilizados para descarrilar al Presidente Municipal de Morelia, quien si gana la elección es inminente pre candidato a la gubernatura en el 2027, y es que de hacer eso el PRI estaría cayendo en el juego de Morena en el cual solo unos cuantos ganan, pero pierden muchos más.
PD. El único proyecto sólido al 2027 en la oposición se llama Alfonso Martínez, en Morena hay al menos tres, así que hoy pueden necesitar al PRI, mañana no sabemos.
