Por: Leovigildo González
«La política y la vida, siempre dan revanchas» reza un dicho popular, no hay nada más real que eso, algunos neófitos lo pasan por alto hasta que se llevan la sorpresa.
Eso les sucedió a varios funcionarios del Gobierno de Bedolla, nunca vieron el fenómeno de que en política «nadie está muerto», se llenaron de soberbia y pisotearon a varios liderazgos que hoy se volvieron a empoderar con Claudia Sheinbaum, quien encabeza las encuestas a la Presidencia de la República.
Durante el inicio del sexenio bedollista, unos cuantos perdieron el piso, trataron de someter a todos los grupos internos de Morena, una práctica común en neófitos sin oficio político, y era normal, estaban improvisando, eso no se debe hacer cuando de Gobernar se trata.
Reza otro dicho «en política hay que comer mierda sin hacer un solo gesto», unos cuantos que hoy ostentan el poder ya lo hacen parte de su cotidianidad, pierden incluso la dignidad, tal pareciera que desconocen que todo es fugaz, como los cargos políticos.
Parafraseando a Winston Churchill «en donde hay soberbia, allí habrá ignorancia», y se ha notado en la toma de decisiones que se muestran en los últimos meses con el partido en el poder.
Durante dos años y medio, estructuras de Raúl Morón, Leonel Godoy, Fidel Calderón, Juan Carlos Barragán, Ana Lilia Guillén, han sido relegadas del poder, incluso por el primer «morenista» de Michoacán quien prefirió abrir su Gobierno a priístas y perredistas (incluidos silvanistas) antes de voltear a ver las bases de su partido.
Los agravios son evidentes y obvios, pero siempre hay vueltas, no solo las que da la vida, también, las que otorga la política, en Morena eso pasa con la «unidad» simulada.
Así que es muy probable que Morón sea senador de la República, y con eso, inminente precandidato a la Gubernatura de Michoacán en el 2027, pero además con el respaldo de Sheinbaum que solo un milagro evitaría sea Presidenta del país.
PD. Ya que cité a Churchill, recordé cuando decía «hay tres tipos de enemigos: los enemigos a secas, los enemigos a muerte y, los compañeros de partido».