Por: Leovigildo González
El «progre» y hasta arrastrado con el Presidente Andrés Manuel López Obrador, Arturo Zaldívar, exhibió lo que ya se sabía, ser un soldado más de la 4T, ahora al integrarse al equipo de Claudia Sheimbaum.
Los constantes ataques a Felipe Calderón desde la Suprema Corte de Justicia de la Nación, llevaban un sello característico de alguien que es fiel a AMLO.
Zaldívar mostró que en la ambición de poder no hay matices para nadie, y que la Justicia fue solo un vehículo para hacer política, de una manera burda y vil.
Hoy, con el Senado de la República a modo, AMLO puede poner en la SCJN a alguien a su modo, que sea otro sirviente como el que se fue y que acate todo lo que sale de Palacio Nacional.
Triste el caminar de Arturo Zaldívar, había tenido una carrera medianita pero sin escándalos, ahora solo muestra el «rugido de tripas» que muestra el hambre de poder.