Por: Editorial
El voto de siete diputados de Acción Nacional por Marco Antonio Bravo como nuevo Auditor de Michoacán dividió a la oposición en la visita de Xóchilt Gálvez a nada de reventar la alianza con PRI y PRD.
Silvano Aureoles quien hoy se ha eregido como uno de los principales líderes perredistas hizo pública su inconformidad, al igual que la bancada de ese partido en el Congreso de Michoacán por el voto de los panistas.
Y es que hay que recordar que el nuevo Auditor también hizo público el compadrazgo que tiene el actual gobernador de Michoacán, sin el voto panista su nombramiento no hubiera pasado en el Legislativo.
Así que la visita de Xóchilt exhibe lo que ya se sabía, los amagos de fractura son obvio y evidentes, unos juegan en la oposición y otros son aliados del poder, así que no están en el mismo bando.
El triste paso de Gálvez por Michoacán debe prender los focos de alerta, sobretodo con un PAN que parece cada vez más débil.
Mientras tanto seguirá el #RuidoEnLaRed