Por: Editorial
Cinco jóvenes, que fueron brutalmente asesinados, hoy, duelen a todo un país, ante un Presidente que se muestra indolente, que se preocupa más por su aprobación que por toda la inseguridad que impera en México.
Lo sucedido en Lagos de Moreno, es una muestra de vacío de Estado, donde el Presidente tiene otras prioridades más que darle seguridad a quienes gobierna.
Pobre México, duele ver como se descompone todo el país y no hay nadie que pueda detener el grave problema que aqueja a toda una nación desde hace varios años.
Michoacán también ha sufrido, unos granadazos que dolieron en lo más profundo de la sociedad en el 2008, y en el 2010, unos mecánicos fueron ultimados solo por ser de Michoacán.
Si AMLO no replantea la estrategia de seguridad, va culminar su sexenio como el más sangriento de la historia de este país.