Por: Leovigildo González
El pueblo mágico de Cuitzeo ha sido escenario de cruentos hallazgos, enfrentamientos y violencia en las últimas semanas, ahí, es el corazón del «huachicol» de Michoacán.
La zona de Cuitzeo, Tarímbaro, Copándaro y Álvaro Obregón, es «oro puro» para los grupos delincuenciales que quieren aprovecharse de los ductos de Pemex que pasan por estos municipios.
El hallazgo de cuatro personas brutalmente asesinadas la mañana de este miércoles confirma que la pugna es abierta, a pesar de que las autoridades estatales y federales buscan tener el control.
Los grupos asentados en el estado con la pelea abierta por la plaza con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) ha provocado la escalada de violencia, no solo por el control de ese giro, también el cobro de cuotas y otras actividades delictivas.
En Cuitzeo, no es fácil gobernar, ultimaron al secretario del Ayuntamiento, y la actual alcaldesa en plena campaña fue víctima de un ataque, el mensaje fue claro de los grupos delincuenciales.
Los operativos intermitentes del Ejército y Guardia Nacional, han sido mínimos para evitar el robo de combustible, la principal actividad delictiva en la región.