Por: Editorial
El Gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla dejó claro el fin de semana que Morelia no es prioridad dentro de los asuntos de Estado como la seguridad.
Y es que el mandatario estatal tardó dos días en convocar a una reunión, a pesar de que fue solicitada por el alcalde Morelia, Alfonso Martínez tras los hechos de violencia que se registraron el sábado por la mañana.
La Gobernabilidad no es un asunto de filias o fobias políticas, es asunto de Estado, sin embargo, exhibe también la poca sensibilidad de Bedolla ante los hechos que causaron zozobra y temor en la población.
La tardanza y poca empatía del Gobernador, es un síntoma de mal gobernante, los morelianos se lo van hacer sentir.
«Gobernar sin colores, sino con resultados es el deber», reza un dicho, así que aún está a tiempo el mandatario estatal de coordinarse para entregar buenas cuentas.
Mientras tanto seguirá el #RuidoEnLaRed