Por: Editorial
Lo sucedido el fin de semana pasado, sin duda, es una muestra de poder al entrar a una zona que durante años ha sido controlada por un solo capo, Miguel Ángel Gallegos Godoy, alias «Migueladas», conocido también como «El señor de Zicuirán».
En los últimos dos años, hizo una alianza con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) para buscar tener el control de la tierra caliente de Michoacán en disputa también con Cárteles Unidos, apostados muy cerca de su territorio, Churumuco.
Migueladas, es un capo con perfil bajo, pero con un control absoluto de su territorio, nadie entra o sale de La Huacana sin que él esté enterado, ahí desde hace décadas se presume que vive y opera.
La base social que mantiene humilló a elementos del Ejército en varias ocasiones, también mantenía retenes en los límites con Churumuco, donde en una ocasión intentó apoderarse del municipio y generó violencia en la región, ninguna corporación federal o estatal se atrevía a entrar.
Con militares al frente de la operación, el fin de semana se mostró poder de Estado, lo hicieron sin que hubiera enfrentamientos ni se disparara ni un arma, algo que parecía insólito.
Es evidente que el poder de Migueladas sigue intacto, pero al menos hoy, ya tiene militares cerca, y él lo sabe.
Mientras tanto seguirá el #RuidoEnLaRed