Por: Editorial
El peor enemigo de un morenista, es otro morenista, reza un dicho popular, tal es el caso de lo sucedido en el Congreso de Michoacán.
Y es que el aún coordinador de la bancada del partido guinda, Fidel Calderón, hizo todo lo posible para dividir y no tomar en cuenta a sus diputados, con quienes debió construir unidad.
Calderón es el único culpable, ahora deja una bancada muy pequeña ante los retos que tiene el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, quien confió en él para que transitaran los temas en el Legislativo.
El grave problema con los legisladores de Morena lleva meses, nunca se vieron arropados por su coordinador, y por el contrario fueron moneda de cambio para intereses personales.
PD. A Calderón se le esfuma su aspiración al Senado de la República, algo que hoy, parece imposible.
Mientras tanto seguirá el #RuidoEnLaRed